Cada 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente. Con este motivo, instituciones católicas como Cáritas, CEDIS, CONFER, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES (Red de Entidades para el Desarrollo Solidario), siguiendo la estela de la encíclica Laudato si, dan un nuevo impulso a su campaña bianual “Si Cuidas el Planeta, Combates la Pobreza”.
La jornada es una oportunidad para reclamar “políticas activas para revertir el cambio climático” según el comunicado que han emitido con esta celebración. En él alertan de que “los peores impactos del calentamiento recaerán en las próximas décadas sobre los países en desarrollo y las comunidades más vulnerables”.
Pensando en los más empobrecidos
Una fecha como esta, para las entidades es una oportunidad para “impulsar la toma de conciencia sobre la necesidad de promover el cuidado de la Creación, y de revertir el cambio climático y la degradación ambiental a través de un cambio de actitudes personales y de políticas globales”. Por ello han hecho un llamamiento “a combatir los efectos del cambio climático y a evitar todas aquellas prácticas y hábitos que ahora mismo promueven ese calentamiento global y cuyos peores impactos recaerán en las próximas décadas sobre las comunidades más empobrecidas del planeta”.
Por ello, se manifiestan a favor de aquellas “soluciones técnicas” que evitan “el derroche energético y contrarresten los efectos de las ya utilizadas”. Es el caso de las energías renovables, el ahorro, el cuidado de las emisiones, los hábitos ecológicos o el cuidado de los bosques.
Todo ello con la mirada puesta en “que los peores impactos probablemente recaerán en las próximas décadas sobre los países en desarrollo y las regiones más vulnerables”. Y es que, denuncian, el cambio climático es también “responsable de movimientos de población que provocan en quienes se ven obligados a migrar gran incertidumbre e inseguridad ante el futuro de sus vidas y de sus hijos”.
Llamada a la movilización social
Con esta motivación, las asociaciones hacen un llamamiento a la “movilización global de todos los agentes sociales y de la ciudadanía de cara a la próxima celebración en Polonia de la COP24”, la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático que se celebrará este 2018.
Es una forma de denunciar “la indiferencia casi generalizada con la que se producen estos dramas de movilidad en distintas partes del mundo”, que, como señala Francisco en Laudato si’, revela “la pérdida de aquel sentido de responsabilidad por nuestros semejantes sobre el cual se funda toda sociedad civil” (número 25).
“Si bien en algunos países se han dado avances que comienzan a ser significativos y ha habido algunas inversiones en formas de producción y de transporte más eficientes –reconocen–, estas buenas prácticas están lejos de generalizarse”, señalan apuntando a la necesidad de reducir los combustibles fósiles.