El papa Francisco empieza a tomar medidas en chile. Lo primero: Barros fuera. La Santa Sede ha hecho público hoy, 11 de junio, que el Pontífice ha aceptado la renuncia del hasta ahora obispo de Osorno, Juan Barros, acusado de encubrimiento de los abusos del sacerdote pedófilo Fernando Karadima. Tres semanas después de que todos los prelados chilenos pusieran sus cargos a disposición del Santo Padre, Jorge Mario Bergoglio ha empezado a actuar para sanar las heridas de la Iglesia en Chile.
Francisco también ha aceptado las renuncias de los obispos de Puerto Montt, Cristián Caro, y el de Valparaíso, Gonzalo Duarte. Ambos con los 75 años ya cumplidos –edad a la que los prelados deben presentar su renuncia–. En los tres casos, el Papa ha nombrado administradores apostólicos. En el caso de Puerto Montt, el provincial de los mercedarios, Ricardo Basilio Morales; para Valparaíso, al auxiliar de Santiago, Pedro Mario Ossandón; y para Osorno, al también auxiliar de Santiago, Jorge Enrique Concha.
El anuncio del reemplazo de Barros llega justo un día antes de que el arzobispo de Malta, Charles Scicluna y el sacerdote español, Jordi Bertomeu, regresen a Osorno –donde estarán una semana– por petición del Papa para ayudar a sanar a una comunidad dividida.
Pérdida de apoyo entre el Episcopado
El obispo Barros ya hacía tiempo que había dejado de pastorear la diócesis. Y es que, ya antes de la visita de los 34 obispos de Chile a Roma para tratar el asunto de los abusos con el Papa, el prelado había evitado sus exposiciones públicas. De hecho, apareció el pasado 5 de junio en una reunión con el clero de Osorno. “He estado un tiempo con reposo médico, pero gracias a Dios estoy caminando”, explicaba el prelado a los sacerdotes, diáconos y religiosos asistentes al encuentro.
Aunque no se pronunció sobre la nueva visita del arzobispo de Malta, Charles Scicluna, y el sacerdote español Jordi Bertomeu, sí hizo referencia a su futuro: “Todos estamos siempre disponibles a las decisiones del Papa”. Una decisión que no se ha hecho esperar y ha concluido con la remoción de Barros.
El prelado, quien había sido defendido por algunos de sus pares, hace semanas que había perdido el apoyo de varios prelados. Sin ir más lejos, el obispo Juan Ignacio González, actual presidente del Consejo de Prevención de Abusos y Acompañamiento de Víctimas, expresó en una entrevista radiofónica reciente que “el Papa cambió de opinión y yo también”. Pese a que reconoció que no tiene “antecedentes para decir el porqué cambié mi opinión”, aclaró que “el Papa sí los tiene”.