(Carlos Amigo Vallejo, Ángel Cordovilla, Francisco Javier Díaz Lorite, Elías Royón, Francisco Martín Hernández, Juan del Río Martín y Jorge Juan Fernández Sangrador) Escribía san Juan de Ávila en su Tratado del sacerdocio: “Muchas cosas se requieren para cumplir con la obligación del oficio de cura de almas; porque, si miramos a la dignidad sacerdotal que le es aneja, conviene tener ferviente y eficaz oración y también santidad”. En el marco de este Año Sacerdotal, las palabras del patrono del clero español cobran especial relevancia y nos hablan de un modo de ser sacerdote que se erige hoy en testimonio y aliento para cuantos en su ministerio aspiran a conjugar la acción evangelizadora y la reflexión teológica, el apostolado y la espiritualidad.
Siete destacadas firmas nos acercan a su vida y magisterio, al tiempo que argumentan algunas de las razones por las que la Iglesia debería aprovechar este Año Sacerdotal para no demorar por más tiempo la declaración del Maestro de Ávila como Doctor Universal.
En el nº 2.676 de Vida Nueva (del 26 de septiembre al 2 de octubre de 2009). Descargue el PDF
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