“Nosotros estamos aquí para comunicar una cercanía especial del Papa al pueblo amado de Osorno. Vamos a tener mucho diálogo y escuchar a los hermanos lo que es muy importante para nosotros”, dijo el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, al llegar al aeropuerto procedente de Santiago. Con él, Jordi Bertomeu, oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, son la misión pontificia para restituir la comunión en la iglesia de Osorno. Bertomeu expresó también su alegría: “Estamos muy contentos de estar aquí en Osorno. Esperamos poder comunicar la petición de perdón del Santo Padre en paz, en concordia y armonía”.
El vuelo desde Santiago demoró poco más de una hora aterrizando a las 14,30 a un aeropuerto con más público que lo habitual, muchos con globos verdes, banderas chilenas y letreros.
Los delegados papales iniciaron sus actividades en la misma tarde del jueves, cuando se encontraron con los dos principales grupos antagónicos: “Fieles católicos” y “Agrupación de laicos y laicas de Osorno” a las 18,30 y 20,30 hrs. respectivamente.
En el salón de la parroquia San Mateo tuvo lugar el primer encuentro con el grupo adherente al obispo Barros. Se inició con un momento de oración y canto en el vecino templo catedral para trasladarse después al salón donde dialogaron poco más de una hora. Una vez concluida, el vocero José Manuel Rozas aseguró que “se llevaron relatos desgarradores de lo que fue la entronización del obispo Barros aquí en la catedral”.
Los dirigentes de la Agrupación de Laicos y Laicas de Osorno habían objetado el programa inicial y consiguieron que el encuentro con los delegados papales se realizara en la parroquia Santa Rosa, una de las que nunca aceptó la visita del obispo Barros. Hasta allí llegaron Scicluna y Bertomeu a las 20,30 hrs siendo recibidos con cantos y aplausos y, luego de una oración, la reunión se prolongó hasta casi las 10 de la noche. Al término del encuentro Jordi Bertomeu dijo que el Papa Francisco se “arrepiente tantísimo” de haber tratado de “zurdos y tontos” a los integrantes de este grupo. Agregó que “hemos tratado aquí, primero, escuchar y también, por otra parte, transmitir lo que el Santo Padre en aquel momento con la información que tenía, que era escasa, y él habló que hacía falta información veraz y equilibrada, pues que no la tenía”, dijo.
Escucharán al clero, religiosas y comunidades
La noche anterior la agrupación de laicos realizó una velatón frente de la Catedral de San Mateo en la que participaron unas 50 personas pese al frío. Esta vez no portaban los característicos letreros con la leyenda “renuncia”, referida al obispo Juan Barros a quien el Papa Francisco ya le aceptó la renuncia. En los carteles esta vez se leía “No más obispos encubridores” y “laicos conscientes y presentes”.
Expresiones de la división aún persisten en esta iglesia. “Han sido un poco tensas las relaciones que hemos tenido esta semana. Nos querían imponer un programa que nosotros no compartíamos”, explicó Mario Vargas, de la Agrupación de Laicos y Laicas de Osorno. “Hicimos una contrapropuesta porque queremos que Scicluna y Bertomeu bajen a las comunidades y las escuchen. Logramos integrar dos parroquias que son emblemáticas en la ciudad y donde nunca se le permitió el ingreso a Barros”, explicó el vocero.
Sobre ello, Jordi Bertomeu aseguró que la división es “humanamente normal. Aquí ha habido división como hay división en tantas ocasiones en la vida o en el trabajo, pero también hay encuentro y hay comunión”. De hecho, se espera que el inicio del proceso de reconciliación se pueda lograr el domingo, en la misa con participación de todas las parroquias de la diócesis.
El mismo diagnóstico hace Peter Kliegel, sacerdote de origen alemán que trabaja en Osorno hace 60 años. “El clero está dividido. Necesitamos dialogar”, reconoce, “ahora ese es nuestro papel, tenemos que hacer un mea culpa, y junto con el nuevo administrador apostólico buscar la reconciliación”. Kliegel, opositor a Barros no asiste a una eucaristía en la catedral desde 2015. Pero asegura que el domingo estará presente. “Es una tremenda alegría y espero que todos entren”.
También se espera que en esa Misa participe quien reemplaza al obispo Barros, el obispo auxiliar de Santiago, Jorge Concha, franciscano, que asume con el cargo de administrador apostólico.
El programa de la Misión Papal incluye reuniones con el clero, religiosos y religiosas y en cuatro parroquias con sus comunidades. La visita concluirá el domingo cuando Scicluna y Bertomeu regresen a Santiago. Previamente habrán celebrado la Misa en la Catedral a las 11,30 hrs en la que está previsto el encuentro de todas comunidades de la diócesis, en oración por la paz, para iniciar un camino de reparación y reconciliación. Se espera un signo público de unidad que, podría ocurrir durante el saludo de paz, en la liturgia dominical.