El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Luis Francisco Ladaria, que será creado cardenal el próximo jueves 28, ha concedido una entrevista a COPE con motivo de su cardenalato. En ella asegura que este “ascenso” no es ninguna novedad para él, ya que sus funciones serán más o menos las mismas que hasta ahora. “La novedad grande se produjo hace un año, cuando fui nombrado prefecto”, reconoce.
Y es que dirigir este Dicasterio no es tarea fácil, ya que las polémicas que se dan en la Iglesia acostumbran a volar alrededor de Doctrina de la Fe antes que de otros. Y aunque Ladaria es consciente, no le preocupan demasiado estas controversias: “Hacemos lo que tenemos que hacer, tranquilamente, siempre en comunión con el Papa y tratando de proponer la Doctrina de la Iglesia, que es nuestro trabajo y nuestra función“.
Por ejemplo en el debate entre caridad o testimonio como línea principal de la Iglesia, Ladaria cita a Benedicto XVI y a san Juan Pablo II al decir que “la Iglesia que ha conocido la Revelación de Dios la tiene que dar a conocer, porque si no, eso no es amar al prójimo. De tal manera que esto es una dimensión de la caridad (…) darles a conocer la recta Doctrina de la Iglesia. Por tanto, no hay contraposición entre caridad y Verdad, van juntas necesariamente”.
Cañizares urge a alcanzar un pacto de inmigración
Ayer, 25 de junio, el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, fue entrevistado por Crónica de Roma (TRECE) a propósito del reciente desembarco del Aquarius en su diócesis. Tras explicar cómo han transcurrido los primeros días de los más de 600 inmigrantes que viajaban a bordo del buque, el purpurado insistió en la importancia de alcanzar un pacto migratorio en Europa.
Partiendo de que “emigrar es un derecho”, Cañizares pidió un cambio de actitud en el mundo entero a una que respete “la libertad y la dignidad de las personas”. Subrayó pues la importancia de que todos los países suscriban dicho pacto, ya que no es un esfuerzo viable si solamente se alcanza entre dos o tres países. A nivel nacional, exhortó al nuevo presidente del Gobierno a fomentar dicho pacto, eso sí, con el objetivo “del bien común y no de los intereses económicos”.
En cuanto al papel de la Iglesia en inmigración, aseguró que debe ser doble: por un lado debe ayudar con acogida y obras, y por otro considera necesario denunciar las “situaciones injustas” que viven los inmigrantes al legar al continente. Finalmente denunció a aquellos que aprovechan situaciones como la del Aquarius para “buscar aplausos”.
Delpini: “Que nadie quede indiferente ante la inmigración”
“¿Pueden aquellos que participan en la misa del domingo ser sordos y mudos frente a la difícil situación de muchas personas pobres, que son, para los discípulos del Señor, hermanos y hermanas?”. Así comienza el documento que el arzobispo de Milán, Mario Delpini, firmó el pasado domingo 24 de junio a raíz de lo sucedido en Italia con los barcos de inmigrantes en los últimos días, y que recoge Famiglia Cristiana.
“Nos gustaría que nadie permaneciera indiferente, que nadie durmiera tranquilo, que nadie eludiera una oración, que nadie declinara su responsabilidad”, explica. A pesar de que había anunciado hace tiempo que no iba a volver a dar un discurso político, considera que la situación lo requiere, ya que “mientras Europa se resigna a la impotencia, a las intervenciones torpes, a discusiones políticas, ¿vamos a dejar a niños y niñas morir en el mar?”
Finalmente, denuncia la gestión del Gobierno por la falta de información en cuanto a su gestión de este problema, y pide que no lo trate con lemas y eslóganes, ya que lo que hay en juego son vidas humanas. “¿Puede un eslogan ser suficiente para justificar una decisión? Creemos que tenemos derecho a una información comprensible, calmada y razonada”, concluye.
