La Iglesia de la localidad costera de Comarruga, en la provincia de Tarragona, ha sido el foco de polémicas en los últimos días por la aparición de un lazo amarillo de apoyo a los presos independentistas pegado a un cirio del altar de la parroquia. El Diari de Tarragona se hace eco de la llamada del arzobispo Jaume Pujol al párroco, al que ha pedido explicaciones por la colocación del símbolo. El sacerdote se ha desmarcado de cualquier acusación, lo que indica que probablemente el responsable haya sido algún fiel, si bien el párroco ha accedido inmediatamente a retirar el lazo.
La polémica surgió cuando varios feligreses firmaron un documento enviado al sacerdote en el que aseveraban que “somos muchos catalanes no separatistas que acudimos a sus plegarias”, y afirmaban que “profanando la iglesia con el lazo amarillo ha cruzado todas las líneas rojas. Retírelo si quiere seguir contando con nosotros“, cosa que al final sucederá. Sin embargo, no es la primera vez que el párroco discute con sus fieles, ya que al parecer ya habría habido presencia de este tipo de símbolos en lel templo.
En cuanto a la línea de actuación del arzobispo Pujol respecto a independentismo e Iglesia, es muy sencilla: que el debate quede fuera de los templos. Hay que recordar también que los obispos alabaron el acercamiento de presos para favorecer el diálogo “desde la verdad, la generosidad y la búsqueda del bien común”.
Golpe a la educación católica en Inglaterra
El Servicio de Educación Católica (CES), un órgano que defiende el catolicismo en los colegios en nombre de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales, ha mostrado su descontento con un documento presentado para votación en la Cámara de los Comunes por el ex-ministro del Interior británico Charles Clarke. Bajo el título ‘Un nuevo tratado revisado: Religión y creencias en colegios’, los laboristas proponen actualizar las leyes educativas para ponerlas en sintonía con “el paisaje cultural y religioso actual de Inglaterra, en el que la mayoría de la gente no profesa ninguna religión”.
La propuesta pasa por regular la educación religiosa a nivel estatal para “elevar el nivel de la educación religiosa”, y para que algunas escuelas dejen de “ver la asignatura como un molesto apéndice respecto al resto de materias”, además cambiar el nombre a “religión, creencias y valores”. El portavoz de la CES, que ha calificado el documento de “ataque directo a la Iglesia católica y la libertad religiosa”, ha criticado en nombre de los obispos que este cambio implicará que la religión se enseñe “como una materia simplemente sociológica”, y que “el estado anglicano dicte su versión del catolicismo”.
The Tablet informa de que el obispo de Leeds, Marcus Stock, también ha arremetido contra el proyecto por dos razones: “En primer lugar si el Estado impone un temario nacional, será este quien diga a la Iglesia qué tiene que enseñar en las escuelas católicas. En segundo lugar, el temario que proponen no tiene ningún contenido teológico, que es el núcleo del catolicismo en las escuelas“. En cuanto a colegios católicos, el documento pide que “promuevan la inclusividad quitando la fe como requisito para entrar”, algo que el portavoz de la CES opina que “es una forma sutil de deshacerse poco a poco de ellos”.
Una casa de lujo para un sacerdote americano
La Policía de Michigan ha encontrado 63.000 dólares (unos 54.000 euros) en billetes escondidos en el falso techo de la casa de un sacerdote de la ciudad de Williamston. Este registro solo es la punta del iceberg de la investigación que indaga las acusaciones de malversación que pesan sobre el sacerdote, de nombre Jonathan Wehrle. Este párroco habría desviado más de 100.000 dólares de la Iglesia de Santa Marta que regentaba, y su casa está valorada en unos 860.000 euros, algo excesivo para un cura diocesano.
Cuando Wehrle fundó la parroquia en 1988, pidió permiso al ya fallecido obispo para comprar una vivienda con el dinero de la parroquia, ya que esta no tenía casa parroquial. Cuando obtuvo el visto bueno, se hizo con la lujosa casa de 6 habitaciones, 12 cuartos de baño, 10 chimeneas y 3 graneros. Según CRUX, la Policía afirma que las varias reformas de la casa provienen de cuentas de la parroquia, y ya han incautado al religioso alrededor de 1.200.000 dólares en bienes y dinero en metálico sustraído de la parroquia, aunque los denunciantes afirman que faltan hasta 5 millones de la parroquia. El juicio está previsto para el 13 de agosto.