Con la realización del XIV Encuentro de Pastoral Afroamericana y Caribeña (EPA) en Cali –al suroccidente de Colombia–, entre el 15 y el 19 de julio, la Iglesia latinoamericana ha dado un paso significativo en el reconocimiento y la valoración de la espiritualidad cristiana afroamericana de cara a los desafíos del siglo XXI, así como su potencial en cuanto “fuerza transformadora de la realidad”.
De ello han sido testigos los 390 agentes de pastoral, provenientes de 13 países (Brasil, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Haití, Honduras, Kenia, México, Nicaragua, Panamá, Paaguay, Perú y Venezuela), incluyendo una docena de obispos, que reflexionaron sobre la coyuntura que vive el pueblo afro en el continente; las raíces espirituales afroamericanas y caribeñas en diálogo con la espiritualidad cristiana; la teología y la práxis de las religiones afroaméricanas; y las perspectivas de la pastoral afro a la luz del Magisterio de la Iglesia.
En torno a estos ejes temáticos, y sin dejar de apelar a “los dones recibidos” en las expresiones artísticas latinoamericanas y caribeñas que reflejan las herencias ancestrales y visibilizan el amor por la vida, la pertenencia y el compromiso pastoral, el XIV EPA ha sugerido, en su mensaje final –divulgado por el CELAM–, algunas claves para redescubrir la fuerza transformadora de la espiritualidad cristiana afroamericana:
1. Incidencia en políticas públicas
El Decenio Internacional para los Afrodescendientes (2015-2024), proclamado por la ONU, es una invitación para incidir en la formulación de políticas públicas en cada uno de los Estados, para generar “un cambio de conciencia y de las condiciones de vida” frente a la realidad de los pueblos afrodescendientes, incluyendo la protección del medio ambiente, lo cual implica un mayor esfuerzo para realizar “acciones conjuntas entre Iglesia y movimientos sociales”.
2. Evangelización liberadora con rostro propio
La apuesta por “una evangelización con rostro propio, que libere y promueva integralmente a nuestros pueblos frente al cambio de época y a la necesidad del cuidado de la Casa Común”, conlleva a considerar el lugar esencial de “una etnoeducación que descolonice las mentes y los corazones y siga formando líderes y lideresas, sacerdotes, religiosos y religiosas que sean verdadero ejemplo de entrega y amor por su gente y su territorio”.
3. Diálogo con la fe cristiana católica
Las espiritualidades y las religiones afroamericanas y caribeñas, con su ricas cosmovisiones frente al sentido de la vida, el valor de lo colectivo, y el respeto a la persona, a la vida en familia y a la naturaleza, ofrecen múltiples posibilidades de crecimiento en la fe y el compromiso con el pueblo afro. “Queremos contribuir a que la Iglesia católica dé pasos en el diálogo”, han manifestado los participantes del XIV EPA, refiriéndose, concretamente, a la importancia de “trabajar una catequesis inculturada creativa” y a la necesidad de impulsar “la participación de las mujeres y a abrirle espacios en la toma de decisiones al interior de la Iglesia”.