Si del miércoles 22 al viernes 24 de agosto hay en el Encuentro Mundial de la Familia (EMF) decenas de paneles que aborden la diversidad temática y geográfica de las familias a nivel global, en el caso de la Archidiócesis de Toledo su protagonismo es ciertamente destacado.
El mismo miércoles, de 11:30 a 12:30 horas en el Hall 8D, el Panel 4 se titula Sirviendo a las familias en la Diócesis de Toledo a la luz de Amoris Laetitia. Como explica a Vida Nueva Miguel Garrigós, delegado diocesano de Familia y Vida y coordinador de la presencia toledana en Dublín, la charla la encabezará el arzobispo, Braulio Rodríguez, aunque no estará ni mucho menos solo: “Estarán los responsables de tres proyectos diocesanos, encabezados todos ellos, además de por un sacerdote, por las familias, que son las que en verdad llevan las riendas de cada programa, incidiendo mucho en la idea de la corresponsabilidad de los laicos”.
Tres acciones diferentes
Así, los asistentes a ese taller sabrán cómo la comunidad cristiana de Toledo trabaja en realidades pastorales como la de los matrimonios jóvenes (expondrá su trabajo un matrimonio que lleva tres años casado y que dirige el grupo), la evangelización en la calle gracias a matrimonios que se emplean en ese primer anuncio y la que ejemplifica el proyecto Familias de Emaús, que se coordina con Cáritas en la atención de personas con distintas situaciones de necesidad.
El jueves, de 19:00 a 20:00 horas en el Hall 8A, el Panel 1 se titula Afrontando las crisis y el sufrimiento en el matrimonio. El laico toledano Carlos Campoy será uno de sus cinco ponentes, junto a los irlandeses Sallyann y Torbjonn, el sudafricano Stephen Conway y la irlandesa Mary Johnson.
Finalmente, el viernes, de 10:00 a 11:00 horas en la Sala Merrion, el Panel 5 se llama Ayudando a las familias que han sufrido la ruptura del divorcio. Una diócesis acompañando a las familias que atraviesan tiempos difíciles. Está protagonizado exclusivamente por el Grupo Santa Teresa, que reúne a seis mujeres divorciadas y a sus hijos. Puesto en marcha años atrás, según detalla Garrigós, “su novedad es que se trata de un proyecto íntegramente diocesano, dándose esta respuesta, no desde un grupo específico, sino desde la misma comunidad eclesial”.
Serán estas seis mujeres y una de sus hijas las que ofrezcan la charla. Además, se da el caso de que todas ellas tuvieron la oportunidad, meses atrás, de saludar al papa Francisco, quien quiso recibirlas en una audiencia privada.
Por el Año de la Misericordia
Un hito que Garrigós recuerda así: “En el Año de la Misericordia, el obispo Braulio quiso que ellas tuvieran un encuentro especial al ganarse el jubileo. Fruto de esa cercanía y confianza, ellas le pidieron ver al Papa. Él tomó nota y, al poco, en un encuentro con Bergoglio en Roma, le dio en mano la carta de las mujeres. No pasó un mes antes de que el Papa les escribiera de su puño y letra invitándolas a ir a verle. Fue un encuentro muy bonito, muy alegre”.
Esa misma energía será la que, ahora, ellas y el resto de familias toledanas podrán compartir con miles de personas de todo el mundo en Dublín.