En una jornada histórica para el país, el Senado de la Nación rechazó por 38-31 votos en contra del proyecto enviado por la Cámara de Diputados. De este modo, dicho proyecto no podrá ser tratado por la Legislatura hasta dentro de dos años.
Como era de esperar, la Iglesia -en nombre de la Comisión Ejecutiva- se ha expedido con una declaración en la que destaca su participación en la procura del diálogo con todos los sectores para transitar este tiempo.
Desafíos pastorales
Reconocen que a partir de este proyecto se generaron nuevas divisiones, y será tarea de la sociedad en su conjunto, asumirlos y generar nuevos espacios. Comienza ahora un tiempo de debate y de “propuestas en la concreción del compromiso social necesario para estar cercanos a toda vida vulnerable”. Destacaron como un ejemplo el crecimiento del diálogo ecuménico e interreligioso con la finalidad de proteger la vida desde la concepción hasta la muerte natural.
La Comisión Ejecutiva plantea, a partir de ahora, la necesidad de ocuparse de “grandes desafíos pastorales”: la educación sexual responsable, el acompañamiento a los hogares maternales que fueron organizándose para atender a las mujeres embarazadas en situación de vulnerabilidad”, y la atención hacia quienes vivenciaron “el drama del aborto”.
Agradecieron no solo a los senadores sino a todos quienes, durante este tiempo, “se pronunciaron en defensa de la vida”. El testimonio de los pobres también tuvo una mención especial, porque aseguraron que “siempre nos enseñan a recibir la vida como viene y a saber cuidarla porque es un don de Dios”.
La Misa por la Vida
Mientras se daba esta vigilia esperando la votación definitiva, la Iglesia convocó a la Misa por la Vida en la Catedral de Buenos Aires, presidida por el Cardenal Mario A. Poli, y con la concelebración del presidente del episcopado, Oscar Ojea, el Nuncio Apostólico y los obispos provenientes, en su mayoría del Gran Buenos Aires.
Los puntos principales de la homilía del Cardenal:
- el valor de la vida como primer derecho humano y primer deber del estado. “Lo cierto es que se pretende legitimar, por primera vez en la legislación argentina, que un ser humano pueda eliminar a su semejante”.
- “Nos preocupa sobremanera porque sabemos que después de la interrupción no hay nada más, y dejaría sin protección penal la vida de los niños y niñas sin nacer.”
- Los no nacidos tienen derecho de participar de nuestra historia, de pertenecer a una Nación –suelo en que se nace–, donde hay lugar para todos y nadie sobra.
- “Hemos hecho poco para acompañar adecuadamente a las mujeres que se encuentran en situaciones muy duras”.
- “Nos tenemos que hacer cargo de que debemos multiplicar espacios solidarios, de contención y ayuda concreta” hacia los embarazos no deseados o mujeres en situaciones vulnerables.
El clima social
Desde temprano se debatió en el Senado este proyecto de ley, enviado con la aprobación de la Cámara de Diputados. Mientras tanto la calle mostró a una sociedad dividida entre quienes defienden los derechos de las mujeres y piden el “aborto libre, seguro y gratuito”, y los que piden “salvar las dos vidas”.
Las manifestaciones de ambos grupos fue mucho más numerosa que la que se vio con el debate en Diputados. Avanzada la madrugada, ni el grupo de los “verdes” ni los “celestes” dejaron la Plaza de los Dos Congresos, a pesar del clima lluvioso y frío que acompañó toda la jornada.
Se abre ahora un interrogante sobre las instancias de diálogo, debate y consenso que surgirá a partir de este rechazo del proyecto de ley, que no podrá ser tratado nuevamente hasta el año 2020. Cabe acotar que el próximo año será electoral, lo que supone que el tema “aborto” estará en la plataforma de los candidatos.