El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, inauguró esta semana los ‘Foros de escucha para trazar la ruta de la pacificación del país y reconciliación nacional’. El objetivo es escuchar, de los diferentes sectores sociales, propuestas que ayuden a resolver la inseguridad y la violencia a lo largo y ancho del territorio mexicano.
Sin embargo, en la Iglesia católica mexicana, el trabajo de construcción de paz lleva un importante camino recorrido, no es algo nuevo, y la institución está dispuesta a aportar desde su experiencia al proyecto de pacificación que propone López Obrador. Así lo ha dicho el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Alfonso Miranda Guardiola.
En los foros y en la práctica
En una reciente entrevista al diario El Sol de México, el también obispo auxiliar de Monterrey explicó que la Iglesia mexicana lleva varios años trabajando en la recuperación de la paz en diversos estados del país. “(Ahora) no solamente estamos dispuestos a participar en las consultas de la reconciliación y la construcción de paz, sino que nosotros podemos ofrecer el trabajo que hemos venido haciendo en parroquias, en diócesis, en escuelas católicas y en las comunidades parroquiales”, dijo.
Consideró que la pacificación nacional es un tema muy amplio y complejo, en el que la Iglesia ya está poniendo “su grano de arena con un trabajo permanente en la construcción de paz, en la atención de víctimas, a familiares de personas asesinadas o desaparecidas para sanar las heridas, para buscar el perdón, la reconciliación”, pero también, pidiendo “a los hermanos que hacen el mal, que asesinan, que depongan las armas, que escuchen el llamado de Dios para la reconciliación, para el arrepentimiento”.
Una sociedad madura
A pregunta del reportero sobre cómo tratar algunos temas polémicos incluidos en el plan de paz de López Obrador –como la legalización de la mariguana o la Ley de Amnistía–, para que éstos no generen más división en el país, Miranda Guardiola consideró que México tiene una mayoría de edad, “cada vez más alta, cada vez mejor”, en la que queda claro que no se puede actuar de manera impositiva, sino escuchar el parecer de todos los que conforman el país. “No podemos actuar así, por decretos impositivos, sino con un estudio, con investigaciones profundas que nos ayuden a determinar qué es lo que más le conviene al país, no solamente medidas sin mucha profundidad”.
Adelantó que la Iglesia católica ya ha tenido algunos acercamientos informales con el equipo del Presidente electo, y está dispuesta a dialogar, a participar y a colaborar por el bien de México. “El gobierno del licenciado Andrés Manuel –dijo– ha sido una decisión del pueblo mexicano, y como tal, con el nuevo gobierno debemos trabajar buscando el bienestar de nuestro país”.
Finalmente, sobre la posible intervención del Santo Padre en estos foros de pacificación, aclaró que hasta el momento lo único que se tiene es la invitación del propio López Obrador al papa Francisco, con copia a la Nunciatura y a la CEM, pero aún no hay una una respuesta oficial en este momento, ya que se está valorando.
Los foros de pacificación se llevarán a cabo del 7 de agosto al 24 de octubre. Empezaron en Ciudad Juárez, Chihuahua, y concluirán en la Ciudad de México.
