Carlos Riudavets llegó hace 38 años a la Amazonía peruana para entregarse como misionero jesuita. Por completo. Hasta dar la vida. Lamentablemente, el pasado viernes, se hallaba el cuerpo sin vida del jesuita español de 73 años en el colegio Valentín Salegui, Fe y Alegría N°55, ubicado en la comunidad nativa Yamakentsa.
Según confirmó la Conferencia Episcopal de Perú, fue la cocinera del centro quien encontró el cadáver maniatado, amordazado y con un corte en el abdomen. Agentes de la Comisaría de Imazita, junto a representantes del Ministerio Público de Bagua, están en la zona investigando el crimen. Hasta el momento nadie ha podido ser señalado como sospechoso.
Un onubense volcado en la pastoral
El padre Riudavets, natural de la localidad onubense de Sanlúcar de Guadiana, era el alma del centro que funcionaba como internado y del que había sido director durante varios años, hasta 2011, además de dinamizar la pastoral escolar y con las familias. “Actualmente era el promotor, representante de la Compañía de Jesús en el colegio y el vínculo con Fe y Alegría”, explica el sacerdote Víctor Hugo Miranda, portavoz de la Compañía de Jesús y superior de Piura y Chiclayo, que detalla sus tareas cotidianas: “Supervisaba que todo funcionara bien, la alimentación el personal…”.
La escuela cuenta con 270 estudiantes y pertenece al Vicariato San Francisco Javier, donde los jesuitas están presentes desde hace más de 50 años. “El colegio Valentín Salegui, al que el padre le ha dedicado casi 40 años de su vida, lo que ha procurado es ser el espacio de formación para los jóvenes de todas las comunidades nativas de ‘Los 5 ríos’, que en otras circunstancias no hubiesen podido tener otro espacio de formación“, valora Miranda.
