“Si hemos sido duros, indiferentes, si nos ha faltado prontitud o celo pastoral, les imploro que acepten nuestro perdón, perdónennos”. Con estas palabras el cardenal Rubén Salazar, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), clausuró el congreso eclesial ‘Medellín 50 años’ este 26 de agosto, y aprovechó la oportunidad para que, a la luz de lo vivido, “comencemos una nueva etapa, una nueva relación, unos nuevos vínculos que nos permitan construir una Iglesia más fraterna, más igualitaria, más pobre, más misionera”.
Salazar, en nombre de los 480 participantes del congreso, también ha dirigido un mensaje al papa Francisco, el cual fue suscrito por representantes de las organizaciones promotoras, entre los que destacan el cardenal Gregorio Rosa Chávez, en representación de Cáritas Latinoamericana, la Hna. Mercedes Casas, presidenta de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos/as (CLAR), y Ricardo Tobón, arzobispo de Medellín.
Apoyo a Francisco
En clara referencia a Medellín, el también arzobispo de Bogotá recordó que “si en aquel momento atacaban a la institución, hoy atacan a la persona” y precisamente mencionó que el Papa ha sido atacado no solamente en el ejercicio de su ministerio sino que ya empieza a ser atacado como persona, “casi podríamos decir de una manera vergonzosa”, por lo cual pidió apoyarlo y, como el mismo Francisco lo solicita permanentemente, que “oremos por él”.
Por estas razones “hemos pensado enviarle un mensaje al Santo Padre en nombre de todos los participantes del congreso”, explicó, abriendo el espacio al aforo para poder incorporar sus observaciones en un claro de ejercicio de participación y diálogo.
En comunión con el viaje a Irlanda
El cardenal primado de Colombia, durante la lectura del mensaje comentó que “hemos seguido con atención la visita pastoral que ha hecho a Irlanda con motivo del encuentro internacional de las familias”.
El purpurado aseguró que la mayor parte de los viajes del Papa son un testimonio interpelante dirigido especialmente “a las periferias existenciales y geográficas marcadas por dolorosos abusos, la marginación de minorías cristianas o la defensa de refugiados y excluidos”.
Salazar, en nombre de los participantes del congreso eclesial de los 50 años de Medellín, señaló que Francisco en su paso por Dublin continúa “proponiendo el evangelio de la familia, Iglesia doméstica y el reflejo del amor de Dios”.
Fidelidad, cercanía y colaboración
El ministerio pretino –dijo el cardenal colombiano, en alusión al pontificado del Papa– “está cargado de espinas y sacrificios fortalecido con el bálsamo de la gracia”. Por ello los celebrantes de Medellín “le ofrecemos nuestro homenaje de fidelidad, de cercanía y colaboración para que la verdad brille por encima de todo pecado”.
“Gracias por su servicio abnegado a la Iglesia y por su testimonio” y “queremos reforzar en estos momentos la comunión con la persona y su magisterio y testimoniar la adhesión de la gente sencilla del pueblo de Dios que peregrina en nuestro continente”.
Finalmente el cardenal encomendó la Iglesia y al sucesor de Pedro bajo la protección de la Virgen María en sus advocaciones de Guadalupe y Aparecida, a la vez que pidió su bendición de “quienes siempre oramos por usted con devoción y cariño”.