Durante la mañana de hoy, 30 de agosto, fueron recibidas por Mons. Oscar Ojea, obispo de San Isidro y por Mons. Carlos H. Malfa, obispo de Chascomús, el presidente y secretario de la Conferencia Episcopal Argentina, respectivamente, distintas organizaciones de Derechos Humanos. La reunión, solicitada por los organismos, tuvo lugar en la sede del episcopado. Se mostraron muy preocupados por la situación social y económica del país, y por la plena vigencia de los derechos humanos a lo largo del territorio.
Le pidieron a la Comisión Ejecutiva claridad en las expresiones con respecto al terrorismo de estado durante los años del gobierno de facto, y rechazaron, una vez más, la “teoría de los dos demonios”.
Por su parte, la Comisión Ejecutiva recordó que este año, se publicó una carta en ocasión a la documentación hallada en el Obispado Castrense, en la que se deja claro su postura: “Tenemos la firme convicción de que la Iglesia debe extremar sus esfuerzos para contribuir al camino de la memoria, la verdad y la justicia en todos los campos, especialmente ante la gravedad de los delitos de lesa humanidad perpetrados bajo el Terrorismo de Estado durante los años 1976-1983”.
Fraterna y filial cercanía
Durante la mañana de hoy, la Comisión Ejecutiva también envió al papa Francisco una carta en la que expresan su fraterna y filial cercanía ante el “ataque despiadado en el que confluyen distintos y mezquinos intereses mundanos”.
Enmarcan con dos textos la aceptación de este momento que atraviesa Bergoglio: la carta de San Pablo en la que manifiesta que soporta la prueba porque sabe en quien puso su confianza, y la cita de ‘Gaudete et exsultate’ –en su número 92– que señala que la cruz es fuente de maduración y santificación si los dolores y cansancios se soportan por el mandamiento del amor y el camino de la justicia. Piden la intercesión de la Patrona de América, Santa Rosa de Lima, para que el Espíritu Santo lo colme de sabiduría y fortaleza.
