“En este Sínodo estoy aprendiendo mucho, porque veo a estas personas mayores soñando”, dijo Antonio Spadaro, jesuita y participante en la rueda de prensa diaria en el Vaticano sobre las conclusiones del Sínodo de los Obispos.“Si los ancianos no sueñan, los jóvenes no pueden ver el futuro”, apuntó Spadaro, añadiendo las palabras de Francisco en las que el Papa decía que “necesitamos abuelos soñadores”.
Por su parte, el cardenal Luis Antonio Tagle, arzobispo de Manila y presidente de Cáritas Internacional, señaló que tiene la “sensación de que los temas del mundo LGBTI estarán presentes en el documento final”.”La mirada humana de la Iglesia sobre las personas, independientemente de su orientación sexual, ha estado muy presente en las discusiones”, afirmó.
Si bien no “surgió” el tema “respecto a los seminarios”, lo que ha “sido una constante” durante todo el desarrollo del Sínodo ha sido “respetar la dignidad humana”. “Nos hemos dado cuenta de que en diferentes etapas de la vida, especialmente en la Iglesia, existen algunas necesidades o requisitos que debemos considerar para ejercer un determinado ministerio”, dijo. “Esperamos que una actitud respetuosa hacia una persona no suponga una contradicción con los requisitos para un trabajo específico”, explicó Tagle, refiriéndose a la labor del sacerdote.
“Cada Sínodo es único”
“Para mí, el Sínodo es un momento de aprendizaje, y mis ideas preconcebidas son desafiadas por la complejidad y la diversidad de las situaciones”, explicó el cardenal. “Al igual que los otros sínodos, este también proporcionará una luz para iluminar el camino”, subrayó. Sin embargo, para Tagle lo realmente importante es “lo que sucede después de la celebración del Sínodo, en las iglesias locales, conferencias episcopales, escuelas, órdenes religiosas o familias”.
Para Tagle, “cada Sínodo es único”, lo que los hace “muy difíciles de comparar unos con otros”. “Es un espacio para que el Espíritu Santo trabaje y hable con nosotros”, dijo. “Es cierto que los obispos nos preguntamos qué hacer por los jóvenes, pero en las últimas semanas han hecho mucho ellos por nosotros y nos han enseñado mucho, no solo transmitiendo sus sueños y deseos sino a través de sus testimonios, sus historias y escuchándolos”, explicó. “Debemos partir de los jóvenes y sus experiencias concretas para poder salir en su busca”, apuntó, señalando que “no solo debemos dar respuestas, porque la vida no está clara”.