Este mes de octubre la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social presentaba su informe anual en el Senado. Del trabajo, realizado con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), se concluía que esta realidad que afecta al 26,6% de la población, se ceba especialmente con un grupo: mujeres, españolas y madres.
Lejos de los tópicos, lo cierto es que el 70% de este colectivo figura como que ha recibido estudios de Secundaria o Educación Superior. Sin embargo, el no avanzar en los estudios sigue suponiendo un obstáculo a la hora de acceder a un puesto de trabajo no precario. Juan Prieto, coordinador de la ‘Escuela de la mujer la paloma de Jesed’, explica a Vida Nueva que, el caso de Talavera de la Reina, donde se desarrolla el proyecto, es “bastante crítico” ya que “es el cuarto municipio español con mayor tasa de paro, y más del 60% es paro femenino”.
Para fomentar el acceso a un puesto laboral de estas mujeres nació este proyecto “único en Castilla la Mancha”, de la mano de Cáritas Diocesana de Toledo, así como de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha y el Fondo Social Europeo, y en el que día a día distintos profesionales y voluntarios trabajan para, a través de la formación que se les da a las mujeres, ayudar a familias enteras a salir adelante.
Empoderar a las mujeres para ayudar a sus familias
En lo que va de año han atendido a más de 50 mujeres del municipio y a más de 30 niños. “Las distintas acciones que se llevan a cabo en el proyecto se desarrollan tanto en el ámbito laboral como de la educación, pero sin olvidar la salud y la familia”, explica Prieto. Así, se dan tanto talleres de cocina limpieza, salud y cuidados que les faciliten “un acceso al mundo laboral”, como cursos formativos que les permitan a estas mujeres sacarse el graduado escolar o de Educación Superior, con más de un 75% de aprobados.
“Hay gente que empieza sin saber siquiera leer, y otras mujeres ya tienen estudios de distintos grados pero necesitan apoyo”, señala Prieto. “Sin embargo, para nosotros lo más importante es que aprendan a comprometerse con las cosas”, dice. De hecho, es “mucho más complicado salir de la exclusión social o ser vulnerable a ella cuando se es mujer”, ya que “son ellas las que acceden a los contratos de menor calidad o a aquellos trabajos en los que ni siquiera están contratadas”. Para evitar esto, “la educación es vital”. “Cáritas trabaja por la dignidad de las personas, por lo que nuestro objetivo es empoderar a las mujeres para que sean capaces de luchas por sus derechos”, apunta.
“Son mujeres con una fuerza de voluntad increíble, que además de todo lo que hacen en casa quieren salir adelante, estudiar y trabajar”, señala. Unas madres que son “todo un ejemplo para sus hijos”, con los que también acuden al centro. “Se les da apoyo escolar, se trabaja con ellos para que no dejen de ir al colegio, evitando así el absentismo, y se les da una merienda, porque para muchos de ellos la única comida que tienen al día puede que haya sido la que han hecho en el colegio”, explica.