Aprobado por la mayoría requerida de dos tercios de los 268 padres sinodales con voz y voto, ayer, 27 de octubre, fue presentado del Documento Final de la Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos que se ha celebrado durante un mes en Roma para abordar el tema de los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional.
De los 167 puntos que lo componen, Vida Nueva ha seleccionado 15 párrafos imprescindibles para conocer de un vistazo cuáles son las principales conclusiones de un texto que busca marca la línea de acción de la Iglesia, desde la mirada de los jóvenes.
1. LLAMADA A LA SANTIDAD
“Los jóvenes han pedido en voz alta una Iglesia auténtica, luminosa, transparente, alegre: ¡solo una Iglesia de santos puede estar a la altura de tales peticiones! Muchos de ellos la han dejado porque no han encontrado santidad en ella, sino mediocridad, presunción, división y corrupción. Desgraciadamente el mundo está indignado por los abusos de algunas personas de la Iglesia”.
2. DESCONEXIÓN IGLESIA-JÓVENES
“El Sínodo es consciente de que un número consistente de jóvenes, por las razones más diferentes, no piden nada a la Iglesia porque no la consideran significativa para su existencia. Algunos, es más, piden expresamente ser dejados en paz, puesto que sienten su presencia como algo fastidioso e incluso irritante. Tal petición a menudo no nace de un desprecio acrítico e impulsivo, pero cuyas raíces se hunden en razones serias y respetables: los escándalos sexuales y económicos; la poca preparación de los ministros ordenados que no saben interceptar adecuadamente la sensibilidad de los jóvenes; la poca preparación de la homilía y en la presentación de la Palabra de Dios; el papel pasivo encomendado a los jóvenes dentro de la comunidad cristiana; la fatiga de la Iglesia a la hora de dar razón sobre las propias posiciones doctrinales y éticas frente a la sociedad contemporánea”.
3. SINODALIDAD Y CORRESPONSABILIDAD
“En este Sínodo hemos experimentado que la responsabilidad vivió con los jóvenes cristianos es un motivo de gran alegría para los obispos. Reconocemos en esta experiencia un fruto del Espíritu que renueva continuamente la Iglesia y llama a la práctica la colegialidad como una forma de ser y actuar, promoviendo la participación de todos los bautizados y personas de buena voluntad, cada uno de acuerdo a su edad, estado de vida y vocación”.
4. PARTICIPACIÓN EFECTIVA
“Los jóvenes son protagonistas de muchas actividades de la iglesia, en la que generosamente ofrecen su servicio, especialmente con la animación de la catequesis y la liturgia, el cuidado de los niños, voluntarios para los pobres. Incluso los movimientos, asociaciones y congregaciones religiosas ofrecen oportunidades a los jóvenes para el compromiso y la responsabilidad compartida. A veces, la disponibilidad de la juventud se encuentra con un cierto autoritarismo y la desconfianza de los adultos y los pastores que no reconocen suficientemente su creatividad y luchan para compartir responsabilidades”.
5. UN ÓRGANO DE REPRESENTACIÓN PARA LOS JÓVENES
“El Sínodo pide que sea efectiva la participación activa ordinaria de los jóvenes en puestos de responsabilidad de las Iglesias particulares, así como en los cuerpos de las Conferencias Episcopales y de la Iglesia universal. También pidió ver más las actividades del Departamento de Jóvenes para los Laicos y la vida familiar, y también a través del establecimiento de un órgano de representación de la juventud a nivel internacional”.
6. ACOMPAÑAMIENTO, NO DIRECCIÓN
“El carisma del acompañamiento espiritual, incluso en la tradición, no está necesariamente ligada al ministerio ordenado. Hoy más que nunca existe la necesidad de líderes espirituales, padres y madres con una profunda experiencia de fe y de la humanidad y no sólo intelectualmente preparado. El Sínodo espera que tenga lugar un descubrimiento en esta área también el gran generador de recursos de la vida consagrada, especialmente de las mujeres, y laicos, adultos y jóvenes, bien formados”.
7. REFORMA HISTÓRICA CONTRA LOS ABUSOS
“El Señor Jesús, que nunca abandona a su Iglesia, le ofrece la fuerza y las herramientas a un nuevo camino. Confirmando la línea de acciones oportunas y sanciones necesarias (…), el Sínodo reconoce que abordar el problema del abuso en todos sus aspectos, con la inestimable ayuda de los jóvenes, en realidad puede ser una oportunidad para una reforma de envergadura histórica”.
8. DEBER DE JUSTICIA CON LAS MUJERES
“La presencia femenina en los órganos eclesiales a todos los niveles, también en funciones de responsabilidad, y la participación femenina en los procesos de toma de decisiones eclesiásticas, con respeto al papel del ministerio del orden sacerdotal (…) se trata de un deber de justicia”.
9. RENOVAR LA PEDAGOGÍA AFECTIVA Y SEXUAL
“Hay que proponer a los jóvenes una antropología de la afectividad y de la sexualidad capaz de dar el justo valor a la persona, en todos los estados de la vida. Se trata de apostar por la escucha empática, el acompañamiento y el discernimiento, en la línea indicada por el reciente Magisterio. Por ello es necesario cuidar la formación de los agentes pastorales para que resulten creíbles, a partir de la maduración de las propias dimensiones afectivas y sexuales”.
10. HOMOSEXUALES
“Ya hay muchas comunidades cristianas que acompañan a caminar en la fe de los homosexuales: el Sínodo recomienda favorecer esos lugares. De esta manera, las personas se les ayuda a leer su propia historia; a que se adhieran a la libertad y la responsabilidad de su llamada bautismal; reconocer el deseo de pertenecer y contribuir a la vida comunitaria; discernir las mejores maneras para lograrlo. Esto ayudará a todos los jóvenes, sin excepción, para integrar cada vez más la dimensión sexual en su personalidad, una calidad de las relaciones cada vez mayor y caminar hacia el don de sí mismo”.
11. POR UNA ECONOMÍA ECLESIAL ÉTICA
“Los sistemas se cambian también demostrando que es posible una manera diferente de vivir la dimensión económica y financiera. Los jóvenes espolean a la Iglesia para que sea profética en este campo, con las palabras pero, principalmente, mediante decisiones que demuestren que una economía amiga de la persona y del ambiente es posible. Junto con ellos podemos hacerlo”.
12. LOS MIGRANTES COMO FARO
“Muchos Padres sinodales han subrayado que los migrantes son un “paradigma” capaz de iluminar nuestro tiempo y, en particular, la condición de los jóvenes, y recordarnos la condición original de la fe, es decir, la de ser “extranjeros y peregrinos sobre la tierra” ( eb 11,13).
13. EDUCAR A TODOS, NO SOLO A LOS CATÓLICOS
“Las instituciones educativas de la Iglesia tratan de dar cabida a todos los jóvenes, independientemente de sus opciones religiosas, antecedentes culturales y las circunstancias personales, familiares o sociales. De esta manera, la Iglesia hace una contribución fundamental a la educación de los jóvenes integral en diferentes partes del mundo. Esto se logra a través de la educación en las escuelas de todos los niveles y centros de formación profesional, colegios y universidades, sino también en los centros juveniles y oratorios; este compromiso se realiza a través de la recepción de los refugiados y las personas desplazadas y los diversos esfuerzos en el campo social”.
14. REPLANTEAR LAS TAREAS DEL OBISPO
“Muchos padres han señalado que la carga de las tareas administrativas absorbe veces excesivas y sofocante por lo que las energías de muchos pastores. Esta es una de las razones que hacen que sea difícil cumplir con los jóvenes y su acompañamiento. Para que quede claro la prioridad de los compromisos pastorales y espirituales, los padres sinodales insisten en la necesidad de replantear las modalidades concretas del ejercicio del ministerio”.
15. UNA ESTRATEGIA DIGITAL
“El Sínodo espera que la Iglesia establezca departamentos especializados para la cultura y la evangelización digital que, con la contribución esencial de los jóvenes, promover la acción y la reflexión eclesial en este entorno. Entre sus funciones, además de promover el intercambio y la difusión de buenas prácticas y de la comunidad a nivel personal, y desarrollar herramientas adecuadas para la educación digital y la evangelización, también podían manejar sistemas de certificación de webs católicas, para contrarrestar la propagación de noticias falsas en relación con la Iglesia, o buscar la manera de convencer a las autoridades públicas para promover cada vez más estrictas políticas y herramientas para proteger a los menores en web“.