El debate sobre si la asignatura de Religión es necesaria para el desarrollo personal de los alumnos tiene varias vertientes, entre las cuales destacan si debe contar o no para nota en el expediente o si no sería más conveniente dedicar esas horas a otra asignatura. Ante esto, José María Felices, vicepresidente de SM, explica a Vida Nueva que el educar a los alumnos en “la libertad religiosa, en el conocimiento de la religión, es fundamental”.
Sobre esto se debatirá mañana, 21 de noviembre, durante la jornada ’40 años del acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede: Una mirada al pasado y al futuro de la libertad y la educación religiosa en España’. Organizada por el Centro de Innovación del Derecho (CID-ICADE) de la Universidad Pontificia de Comillas, en colaboración con la Fundación SM, está pensada para reflexionar acerca del acuerdo de 1979 y sobre la presencia de la religión en la escuela.
Sin embargo, Felices señala que cuando se habla de la asignatura de Religión “no nos referimos a un proceso de catequesis, sino a la apertura a la trascendencia, sea del tipo que sea“. En definitiva, que el alumno sea capaz de cuestionarse “acerca del sentido último de su vida”, del que no queda excluido “el ateísmo y el agnosticismo, ya que incluso negar el sentido de trascendencia también debe incluirse”. “El problema está en que no se ofrece el abanico completo de lo que la religión abarca, sino que se limita muchas veces al catolicismo”, apunta.
Tan importante como Lengua o Matemáticas
En cuanto a si es competencia del colegio tocar estos temas, Felices explica que, si bien “los padres son los primeros educadores y quienes transmiten a sus hijos ese espíritu vital”, la escuela ayuda en este proceso de conocimiento, que fomenta que los alumnos desarrollen una capacidad “crítica, se comprometan y sean compasivos”.
“Somos conscientes de que en el proceso de educación todo es lento”, subraya. Por este motivo, Felices cree que es necesario “construir desde pequeños” un espíritu crítico que permita a las futuras generaciones el saber cuestionarse “por qué son las cosas como son o por qué las hacemos como las hacemos”.
“La asignatura de Religión aporta conocimiento, aporta sentido y comprensión de la historia”, explica. Y es que, “la historia del hombre está construida a partir de su búsqueda de la trascendencia”, y por este motivo el conocer el hecho religioso “abre la mente”.
Esencial en el mundo de actual
En un mundo como el de hoy, en el que las fronteras son cada vez más difusas y la multiculturalidad está a la orden del día, “necesitas conocer el hecho religioso si viajas, si estudias historia, si te relacionas con gente de otra cultura”. En definitiva, es un conocimiento “vital” en el mundo de hoy y “esencial para el desarrollo personal”.
En cuanto al debate de si debe contar para nota o no, Felices considera que “eso es lo de menos”, ya que si “no se da correctamente y con conciencia no sirve de nada”. “Lo que está claro es que es tan necesario como las Matemáticas o la Lengua, ya que forma parte del desarrollo integral del ser humano y de cómo entiende el mundo en el que vive”, asevera.