El acuerdo
El Reino Unido ha llegado a un acuerdo con los otros 27 que a día de hoy forman la Unión Europea. La Comisión Europea ha pactado un primer acuerdo con los británicos a la espera de que su propio parlamento y la Eurocámara lo ratifique tras las negociaciones de estos meses y sus respectivas dimisiones y desalientos. “Este es el mejor acuerdo posible para el Reino Unido. Este es el mejor acuerdo posible para Europa”, declaró ayer el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, escondiendo cualquier aparente tensión.
Aunque, añadía el propio Juncker, no es que en este caso el llegar a un acuerdo sea un motivo de celebración. Por eso señalaba, al pensar en el próximo 29 de marzo –fecha prevista para que se materialice la salida– no será un buen momento para “sacar el champán o para dar aplausos”. “El ‘brexit’ es un momento triste para la Unión Europea y, quiero decirlo, para el Reino Unido también. El futuro demostrará esto”, opinaba.
A la primera ministra británica, Theresa May, le ha tocado defender las bondades de esta salida. Sin embargo ha anunciado “más división e incertidumbre” como este acuerdo no cuente con el visto bueno de los 316 parlamentarios de Westminster –y de los que apenas un centenar le darían el apoyo ahora mismo al texto–. “Habrá un momento de regeneración y reconciliación cuando abandonemos la Unión Europea”, profetizó imaginando “un futuro brillante” más allá de las fronteras de la organización europea.
Las fronteras
No estamos en el mejor momento en cuanto a altura de reflexión política se refiere. La madurez democrática se está topando con sus propias debilidades. El auge de populismos y la fuerza de determinados nacionalismos segregadores no ayuda a construir proyectos globales en los que se contagian y difunden los valores más profundos de la alta política y la ciudadanía más integradora.
La campaña electoral y el desarrollo que estos meses ha tenido el ‘Brexit’ nos ha enseñado la fuerza de la postverdad o del que todo vale en un discurso electoral… La votación no sirvió para desvaneces los recelos internos ni tranquilizó a los socios internacionales. Y, para colmo, la estadística desveló que los jóvenes eran los más contrarios a este aislamiento.
“Seremos peregrinos de todos los caminos, derribaremos todos los muros y superaremos todas las fronteras, yendo a todas las periferias, para revelar allí la justicia y la paz de Dios”, decía el papa Francisco en Fátima al recordar el ejemplo de los pastorcillos canonizados en esa celebración. ¿Cuándo recuperaremos la altura de miras?