Con la firma de los presidentes del Centro Islámico de la República Argentina (CIRA), Aníbal Bachir Bakir, de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), Agustín Zbar, y de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Oscar Ojea, se selló esta declaración por el diálogo y la convivencia, en el que se comprometieron a:
- Crear instancias de diálogo que fortalezca la convivencia mutua.
- Informar, compartir y brindar opinión de los valores en común.
- Profundizar desde la educación el conocimiento mutuo.
- Responder solidariamente a los ataques a símbolos religiosos, a las tergiversaciones y generalizaciones que confunden a la opinión pública.
- Tener reuniones anuales para analizar las necesidades y realidades de las comunidades religiosas.
Esta declaración también contó con la firma de los co-presidentes del Instituto de Diálogo Interreligioso (IDI): Rabino Daniel Goldman, diputado Omar Abboud y del pbro. Guillermo Marcó.
Participaron del evento, además de representantes de las distintas comunidades religiosas, la presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto de la Cámara de Diputados de la Nación, Cornelia Smith, Alfredo Abriani, Secretario de Culto del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, y el secretario de Culto de la Ciudad de Buenos Aires, Federico Pugliese.
Las bases del mensaje
En el texto figura un “considerando” que enumera el por qué de esta declaración:
- Como antecedente se reconoce el documento del 9 de agosto de 2005 -firmado en aquel entonces por el Arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio- contra toda forma de violencia “que invoque la fe como justificativo”.
- Se reconoce la vocación de diálogo interreligioso en el país y la voluntad de convivir en armonía.
- Los beneficios que se reflejaron en la sociedad por este diálogo desde las propias identidades y valores religiosos, que ha trascendido las fronteras.
- El compromiso religioso traducido por la preocupación genuina por la dignidad del hombre y que se opone a la violencia como medio para la resolución de los conflictos.
La convocatoria
Los dirigentes religiosos señalaron: “La mayor parte de los habitantes del planeta se declaran creyentes. Esto debe promover a las religiones a entrar en un diálogo entre ellas, orientándolas en el cuidado de la naturaleza y en planeta en nuestra casa común, en la defensa de los pobres, el trabajo por la justicia y en la construcción de redes de respeto y fraternidad”.
Por tal motivo convocan a todas las comunidades religiosas, dirigencias, medios de comunicación y a la sociedad toda a no permitir que los conflictos de otras regiones del mundo, afecten la convivencia. Se impone en este momento, “preservar y fortalecer todos los caminos de diálogo que conduzcan a una mayor fraternidad y solidaridad entre todos los habitantes” del país.
“Con este gesto expresamos el rechazo a toda forma de violencia, reivindicamos la fecundidad del diálogo interreligioso, y afirmamos que toda invocación de la fe para la violencia, en nombre de la religión, es totalmente equivocada“, afirmó el Obispo Ojea.