El cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá, los obispos auxiliares, el consejo episcopal, el clero y los fieles han lamentado “el fallecimiento del padre emérito Arturo Silva Hurtado y se unen en oración de acción de gracias por su vida y ministerio”. Así lo hicieron saber en un comunicado emitido por la cancillería arquidiocesana.
El presbítero, de 80 años, perdió la vida en la mañana del pasado miércoles 5 de diciembre en un accidente de tránsito, cuado un vehículo de transporte de valores perdió los frenos y lo arrolló junto a tres personas. El lamentable suceso –del cual el padre Silva fue la única víctima fatal– se registró en la calle 26 con carrera 19, luego de que el conductor perdiera el control al dar un giro.
Sus exequias se celebrarán este 8 de diciembre a las 3 p.m. en la parroquia Cristo Rey, según ha informado Ricardo Pulido Aguilar, canciller de la arquidiócesis de Bogotá.
Legado educativo
Como sacerdote emérito, Arturo Silva era delegado de la pastoral educativa, residía en el barrio Armenia y oficiaba misa en la iglesia Santa Marta del barrio Galerías. En su formación transitó por el Seminario Conciliar de Bogotá, la Pontificia Universidad Javeriana y adelantó estudios en París. Durante 10 años fue el director de la seccional Bogotá de la Confederación Nacional Católica de Educación (CONACED).
Reconocido por su labor en favor de la educación en Colombia, las directivas de CONACED Nacional lamentaron su fallecimiento y expresaron sus condolencias a su familia, clero arquidiocesano y a todos los colegios vinculados a CONACED Bogotá: “Su legado de entrega por la Iglesia y la educación católica en Colombia quedará en la memoria de toda la comunidad educativa del país. Dios lo tenga en su gloria”.
También la arquidiócesis de Bogotá ha manifestado su deseo de unirse en oración “para dar gracias a Dios por la vida del padre Arturo, para pedirle al Señor que lo reciba en su Reino y para suplicar el consuelo y la paz para la familia Silva Hurtado”.