El cardenal Fernando Sebastián “fue un fiel servidor del Evangelio y un abnegado pastor, que dedicó su vida a vivir como un creyente audaz y contracorriente”. Así se ha referido hoy, 26 de enero, el obispo de Málaga, Jesús Catalá, al recién fallecido purpurado, cuya misa exequial se ha celebrado en la catedral malagueña entre multitudes.
En su homilía, Catalá ha afirmado que, con la partida del que fuera el primer español creado cardenal por el papa Francisco, “unos han perdido a un padre, otros un familiar o amigo, otros un hermano. Pero todos hemos perdido a un gran maestro, que ha sabido interiorizar las enseñanzas del único y divino Maestro, Jesucristo, y nos las ha enseñado de manera magistral”, como informa Ana Medina en el portal de la Diócesis de Málaga.
Por su parte, el vicario general de Málaga, José A. Sánchez, leyó su semblanza espiritual, que ha desarrollado en torno a “tres llamadas del Señor, que han marcado su vida y su ministerio: la llamada a ser misionero, a la teología y a ser pastor de la Iglesia”.
Mensaje del Papa
Mientras, el nuncio Renzo Fratini, hizo lectura, al finalizar, del mensaje del papa Francisco enviado tras el fallecimiento del cardenal, de quien se declaraba lector y discípulo, y por el que otorgaba, mediante telegrama desde su viaje a Panamá, la bendición apostólica como signo de fe y esperanza en Cristo Resucitado “recordando con gratitud los abundantes frutos de su servicio a la Iglesia en España, tanto en el seno de la Conferencia Episcopal como en las respectivas diócesis”.
En la ceremonia concelebraron, además de Catalá y Fratini, los cardenales Juan José Omella y Carlos Amigo y una veintena de obispos, el provincial de los Misioneros Claretianos de Santiago, Pedro Belderrain; Jorge García Palacios, en representación de la Provincia de Claretianos de Fátima y Joseba Kamiruaga, secretario general de la Congregación, en representación del padre general.