La llegada
Anoche aterrizaba el papa Francisco en los Emiratos Árabes Unidos. Sin escalerilla en el avión, con furgoneta blanca en lugar de papamóvil o el Ford focus azul, con la mayoría de musulmanes entre el comité de bienvenida… hechos estos que nos indican que no estamos ante un viaje papal más. Los tambores y ritmos árabes, las majestuosas salas del aeropuerto de Abu Dabi parecen esconder que Francisco realmente está en una periferia.
Sin embargo, el diálogo interreligioso es una urgente ‘periferia’ entre los radicalismos crecientes de nuestros días. Y en papel de las comunidades islámicas tenidas por moderadas –la presencia del imán de la Universidad de Al Azhar, Ahmed al-Tayyeb, guía espiritual de los sunníes y presidente del Consejo de Ancianos, ya en el mismo aeropuerto no es una mera casualidad– es fundamental a la hora de frenar los movimientos más extremos que han surgido a partir de la religión del Profeta.
En este diálogo juegan un papel fundamental agentes internacionales como los Emiratos Árabes Unidos, por eso Francisco, en el videomensaje previo, ha asegurado que está “feliz, con la oportunidad que le ofrece el Señor de escribir en vuestra tierra una nueva página de la historia de las relaciones entre religiones que confirma que somos hermanos a pesar de ser diferentes”. Una tierra que, según el pontífice, “desea ser un modelo de convivencia, de fraternidad humana y de encuentro de culturas” como experimenta la minoría cristiana y tantos extranjeros que viven y trabajan en los Emiratos Árabes Unidos.
El encuentro
Todas las intrincadas ramas de la familia franciscana (de Francisco de Asís) recuerdan este año en el 800º aniversario de la visita del ‘Poverello’ de Asís al sultán al-Malik al-Kamil de Egipto. El espíritu del encuentro que Francisco potencia en nuestro tiempo sigue siendo tan necesario como en tiempos de san Francisco.
Esta es la propuesta del encuentro sobre la Fraternidad Humana Universal en el que participará el papa Francisco. Además de las distintas sensibilidades y ramas del Islam, la presencia de Bergoglio es un espaldarazo para el compromiso local de los cristianos. Un presencia en medio del polvorín oriental formado en trono a Irak, Irán, Siria, Yemen y otras regiones de Medio Oriente. Habrá que tomas buena nota de esta cita.
La agenda
Estas dos jornadas se presentan intensas y llenas de momentos históricos ya que es la primera vez que un papa visita la península arábiga. Tan curioso todo que hasta Francisco ha pasado la noche en un lugar poco habitual en lo que a viajes papales se refiere ya que se ha alojado en el Palacio Al Mushrif, una residencia para mandatarios extranjeros que visitan el país.
En este lunes está previsto la ceremonia de bienvenida oficial en el palacio presidencial y la visita al príncipe heredero de Abu Dabi, Mohammed bin Zayed Al Nahyan. No confundir con el heredero de un emirato vecino, el de Dubai, el ‘instagramer’ Hamdan bin Mohamed Al Maktum, que responde al sobrenombre de Fazza. Por la tarde, antes del encuentro central que ha motivado el viaje, el pontífice mantendrá un encuentro privado con los componentes del Consejo Musulmán de Ancianos y visitará la Gran Mezquita del Jeque Zayed.
El plato fuerte es un encuentro interreligioso con una esperada intervención de Francisco. La fraternidad es el núcleo principal de esta cita que los Emiratos Árabes han organizado dentro del Año de la tolerancia en recuerdo del fundador del país, Sheikh Zayed Bin Sultan Al Nahyan.
Mañana, la jornada está centrada en la pequeña y plural comunidad cristiana. Bergoglio visitará la catedral de San José y celebrará la misa en un estadio antes de volver a Roma. El formulario elegido para la celebración va en sintonía con el viaje, la misa “por la paz y la justicia” y se leerán las bienaventuranzas.