Para el obispo de Logroño, Carlos Escribano, el Sínodo de los Jóvenes ha supuesto “la reafirmación de un cambio de paradigma en nuestra acción pastoral”. Así lo manifestó durante la primera ponencia de las Jornadas de Pastoral Juvenil de CONFER, que acoge desde ayer, 8 de febrero, y hasta el domingo el madrileño colegio jesuita de Nuestra Señora del Recuerdo.
El padre Sinodal durante el foro vaticano de jóvenes celebrado en octubre en Roma, Escribano compartió uno de sus principales descubrimientos el pasado mes de octubre: “Tenemos que generar escuelas de acompañantes. Muchas veces nuestros jóvenes no son capaces de adentrarse en el seguimiento a Jesucristo porque no tienen un acompañamiento adecuado”.
Espacios sugerentes
“Hay una dificultad práctica para aplicar todo esto”, reconoció el prelado, que señaló cómo “tenemos espacios realmente sugerentes, como las redes sociales, por los que tenemos que empezar a transitar de un modo decidido”.
“El acompañamiento ha venido para quedarse”, remarcó. “Ahora tenemos que ver cómo somos capaces de hacerlo. Hay que trabajar muy en serio los procesos de discernimiento a la luz de los acontecimientos cotidianos”. “El acompañante deber ser alguien que ayuda a descubrir el paso de Dios por tu vida”, expuso.
Presencia fresca
Sobre el mes vivido en Roma, apuntó cómo se trató de “una experiencia rica pero absorbente”. “La realidad de la presencia de los jóvenes fue absolutamente fresca”, aplaudió, para admitir que ese tiempo de diálogo “nos impulsó a estar atentos a los aires de renovación que suscitaba el Espíritu” desde “la valentía para hablar y la humildad para escuchar”.
Escribano admitió que ahora “estamos a la expectativa, porque lo habitual es que se publique una exhortación apostólica, para ver que palabra definitiva pronuncia el Papa”.
