El papa Francisco hizo un llamado a Cáritas América Latina y el Caribe a no dejar de responder, “desde el espíritu de la caridad, al grito de los pobres y de la tierra”, y no olvidar que esta institución juega un rol fundamental para generar una nueva civilización del amor.
A través de un mensaje dirigido a los participantes del XIX Congreso de Cáritas América Latina y el Caribe que se celebró en Honduras del 3 al 7 de febrero, el Santo Padre aseguró que el tema escogido para el encuentro: “Iglesia en salida que transforma y cuida la casa común”, está ligado al próximo Sínodo de la Amazonía, el cual reviste una gran importancia para los futuros caminos de paz y desarrollo de la región.
“Latinoamérica necesita abrirse a caminos de paz y desarrollo integral de sus gentes, porque su rostro está herido por tanta violencia, siendo un problema estructural de la sociedad”, aseguró.
El mensaje del Papa –que fue leído por Bruno-Marie Duffe, secretario del Dicasterio Pontificio de Desarrollo Humano Integral- explica que la violencia se encuentra en “ese no reconocernos como hermanos y hermanas en el camino, ni en la misma casa común, ni al partir el pan; dicho desconocimiento hace que nos tratemos injustamente, que nos excluyamos”.
Un papel fundamental
Frente a esta violencia estructural –continuó el Pontífice- la familia de Cáritas tiene un rol fundamental que cumplir para generar una nueva civilización del amor, pues “el cristiano está llamado a construirse con su vocación y sus posibilidades, comprometiéndose cada vez más en la búsqueda de una auténtica solidaridad en toda la familia humana”.
Asimismo, consideró que el participar en la vida social permite a los cristianos ser artesanos de un destino común, que les hace cuidadores de los dones recibidos y transformadores para un futuro mejor y libre de opresión.
Caminos de liberación
Tras señalar que el pueblo de América Latina está clamando en medio de tanta injusticia y violencia sufrida, Francisco aseguró que la Iglesia no puede dejarlos solos, ya que está para dar esperanza y acompañar al pueblo en su dolor y sufrimiento, “con la determinación de seguir buscando un camino de liberación y no de dominación”.
Explicó que para aliviar los dolores del continente americano la Iglesia tiene que emprender un camino de reconocimiento, salir al encuentro de la realidad para cuidarla y transformarla, pero consciente siempre de que es una Iglesia misionera; “depositaria del inmenso tesoro del amor de Dios por su pueblo y enviada por Él para anunciar ese amor a los demás”.
El papa Francisco advirtió que la tentación de querer escapar de esta misión puede ser grande, “pero el mandato del Señor y la certeza de su amor, hace que se iluminen los ojos ante esa realidad y se recobre la fuerza para salir al encuentro de tantas necesidades para escuchar y dialogar, para cuidar y transformar nuestra casa común”.
Compromiso conjunto
El XIX Congreso Latinoamericano y del Caribe de Cáritas terminó con el compromiso de los representantes de las 22 Cáritas de la región a seguir acompañando a los pueblos, especialmente a los más vulnerables, y a cuidar de la casa común.
En su declaración final, los participantes concluyeron con nueve compromisos, entre los cuales destaca: defender y promover la primacía de la persona humana y el lugar prevalente de los derechos humanos en el quehacer pastoral; cuidar la casa común, y defender la vida en todas sus formas y en todas sus etapas, desde un compromiso con una ecología integral y en resguardo de las culturas.