Pese a no ser ciertamente masivas y no concitar una excesiva repercusión mediática, dos grandes manifestaciones salieron a las calles de España el pasado fin de semana por dos causas colectivas fundamentales: la lucha contra la pobreza –la plataforma Alianza Española contra la Pobreza (que aglutina a más de mil organizaciones, muchas cristianas), realizó concentraciones en 50 ciudades– y la denuncia del recorte de derechos a que se ven abocados los inmigrantes con la pretendida reforma de la Ley de Extranjería. Diez ciudades españolas también dieron voz a los sin voz: “Tenemos derecho a tener derechos”. Estas convocatorias pasaron más bien desa- percibidas, pero no debemos dejar caer en saco roto sus justas reivindicaciones.
En el nº 2.680 de Vida Nueva.
