El salesiano español Antonio César Fernández (Pozoblanco, Córdoba, 1946) fue asesinado ayer, 15 de febrero, a las 15:00 horas a cuarenta kilómetros de la frontera sur de Burkina Faso, tras recibir tres disparos, al parecer, durante un ataque yihadista.
Los atacantes detuvieron el vehículo en el que viajaba el misionero con otros dos salesianos togoleses. Durante una media hora registraron el vehículo, y después se llevaron a Antonio César hacia el bosque, donde fue asesinado.
El grupo de salesianos regresaba a su comunidad en Uagadugú (Burkina Faso) después de haber participado en el Capítulo Provincial de la Inspectoría Salesiana de África Occidental Francófona (AFO) que se había celebrado en Lomé (Togo).
Ola de violencia en el país
Este ataque se enmarca dentro de la ola de violencia que asola Burkina Faso desde 2015, en un contexto que ha vivido un recrudecimiento de la amenaza terrorista en las últimas semanas tras la celebración de la V Conferencia de jefes de Estado del G5 del Sahel, en la que este país asumió la presidencia rotatoria.
Informados los salesianos del país del suceso, se pusieron al habla con los primeros ministros de Burkina Faso y de Togo, para que el cadáver del español pudiera ser llevado hasta la ciudad togolesa de Dapaong.
Antonio, que había cumplido ya 55 años como salesiano, ha sido misionero en diversos países de África desde 1982, siendo fundador este mismo año de la obra salesiana en Togo.
“Profundo dolor” en la congregación
La Congregación Salesiana ha expresado en un comunicado hecho público hoy su “profundo dolor por la trágica muerte del salesiano, y quiere estar cerca de su familia y de los hermanos de su comunidad”.
Al tiempo que “condena toda forma de violencia, se reafirma en su voluntad de seguir trabajando en estos países africanos, especialmente con la educación y evangelización de los jóvenes, para contribuir a su pleno desarrollo”. Y es que “esto fue, precisamente, lo que movió a Antonio para entregar su vida como misionero salesiano al servicio del Evangelio”.
Pésame y condena desde España
En una nota dada a conocer tras conocerse la noticia, “el Gobierno de España expresa su más enérgica condena y consternación por estos hechos y solicita a las autoridades de Burkina Faso la apertura de una investigación que aclare las circunstancias de este asesinato, para lo que ofrece su entera colaboración”.
Mientras tanto, el embajador de España en Malí, acreditado también ante las autoridades de Burkina Faso, se ha puesto ya en contacto con los familiares del fallecido para trasladarles el pésame y ponerse a su disposición, según ha informado en un comunicado el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. El representante diplomático se desplazará a la mayor brevedad posible a Burkina Faso para asistir en toda la tramitación necesaria.