Al menos 49 personas han muerto hoy, 15 de marzo, en dos ataques terroristas contra dos mezquitas de la ciudad de Christchurch, situada en la costa este de la Isla del Sur de Nueva Zelanda, según ha confirmado la policía. Ante la noticia, la Conferencia Episcopal de Nueva Zelanda ha lanzado, a través de un comunicado, un mensaje de solidaridad con la comunidad musulmana. “Los mantenemos en oración mientras escuchamos las terribles noticias de violencia contra los musulmanes en las mezquitas de Christchurch”, han dicho.
Del mismo modo, los prelados han añadido: “Somos muy conscientes de las relaciones positivas que tenemos con la gente islámica en esta tierra, y estamos particularmente horrorizados de que esto haya sucedido en un lugar y momento de oración. Estamos profundamente tristes de que las personas hayan sido asesinadas y heridas, y nuestros corazones estén con ellas, sus familias y la comunidad en general. Deseamos que usted sea consciente de nuestra solidaridad con usted ante tal violencia”.
La policía ha detenido a tres personas –al principio eran cuatro, pero una ya ha quedado en libertad porque no estaba implicada en la masacre– que guardaban explosivos en sus coches, y ya no busca a más sospechosos. Este material ya ha sido desactivado. Los tiroteos han dejado al menos 20 heridos de gravedad. De los 49 fallecidos, 41 estaban en la mezquita de Al Noory –donde estaban reunidas más de 300 personas– y siete en la de Lindwood. Mientras, otro perdió la vida en el hospital.
Cierre de todas las mezquitas del país
Nueva Zelanda ha elevado el nivel de seguridad al máximo ante posibles amenazas, lo que ha conllevado el cierre de todas las mezquitas del país por seguridad, mientras que todos los colegios y edificios públicos de Christchurch también se encuentran clausurados. “Está claro que esto solo se puede describir como un ataque terrorista. Por lo que sabemos, parece que estaba bien planeado”, ha dicho la presidenta, Jacinda Ardern, en rueda de prensa. Uno de los detenidos tiene nacionalidad australiana, por lo que las autoridades de este país también están participando en las investigaciones. El primer ministro de Australia, Scott Morrison, ha relacionado al atacante con los “extremistas de derecha” y ha ofrecido su apoyo a la comunidad musulmana.
Ardern ha asegurado que se trata de “uno de los días más negros para Nueva Zelanda”. Y ha denunciado que se trata de “un acto de violencia extraordinario y sin precedentes”. Sobre los posibles motivos del ataque, Ardern ha dicho que entre las víctimas podría haber refugiados y migrantes.
Uno de los atacantes se ha responsabilizado de los atentados y ha dejado un manifiesto de 74 páginas en el que explica las razones de los tiroteos. En él señala que se trata de un acto terrorista, según ha informado la agencia de noticias AP.