“De las 16 horas de media que estamos despiertos, una media de 7 horas las pasamos conectados a la TV, radio o Internet”
Los medios de comunicación suponen el primer y único canal de transmisión de noticias para la mayoría de las personas, a través de revistas, periódicos, radio, televisión o redes sociales. Permiten conocer la actualidad al momento con un grado mayor o menor de información y fiabilidad.
Afortunadamente existen numerosos canales de información con diferentes sensibilidades que eligen una manera propia de comunicar. Todos saben cuál es la información que les interesa ofrecer de la realidad, el público al que llegan, sus intereses, sus formas de pensar, etc.
¿Cómo comunicamos?
En la Iglesia tenemos buenos canales de comunicación y debemos aprovechar la capacidad de incidencia que podemos tener en la sociedad a partir de medios fiables, competentes, profesionales y atractivos.
Si hablamos de las redes sociales, soy partidario de no llenarlas (ni las propias ni las de nuestras asociaciones) de “estampitas de vírgenes”, “cruces” o “santos” para demostrar nuestra fe. Tenemos que estar presentes con naturalidad mostrando nuestro trabajo y nuestro mensaje, pero adaptados al medio en el que estamos y al público que las utiliza. Si no entendemos su funcionamiento y lo hacemos como algo “extra” con la excusa de “hay que estar ahí, porque es donde la gente está” estaremos equivocados.
El Vídeo del Papa
Estoy seguro de que el tiempo medio que atendemos a una noticia, un blog o un video en nuestro día a día no es más que 1 minuto. Por esto, ante la rapidez del mundo que habitamos, hay que reinventarse a la hora de comunicar con creatividad y profesionalidad. La siguiente iniciativa me parece muy acertada, amena, sencilla y con un mensaje potente. Otra vez, como protagonista el Papa y la claridad de sus palabras.
‘El video del Papa’, que desde 2016 desarrolla la Red Mundial de Oración, pretende que cada mes en nuestras oraciones tengamos presentes a víctimas de la trata de personas, a la juventud, a la economía que excluye y explota, a la mujer, al personal de guerra, a refugiados, al medio ambiente, a la familia o a las redes sociales.
Música agradable, imágenes atractivas y un mensaje que con ese acento argentino emboba y remueve conciencias. Y todo en un minuto. Justo lo que has tardado en leer esto.