Llega el momento de que programemos las ansiadas vacaciones de verano, un paréntesis en el año para el esparcimiento, el descanso, dejar la mente en blanco o zambullirse en el libro o la serie aparcados durante meses por falta de tiempo.
Sin embargo, entre el 1 de junio y el 30 de septiembre, habrá también muchos huecos libres para paladear el silencio, apostar por la solidaridad, cultivar la reflexión o la actualizar la formación.
Para quienes busquen encontrarse a solas con su yo interior, recibir el abrazo de Dios o brindar el suyo al hermano, en estas páginas encontrarán todo tipo de actividades (cursos, encuentros, campamentos, acciones de voluntariado, peregrinaciones, ejercicios espirituales…) con las que hacer realidad estos planes “alternativos”.