El hermano Alois, prior de Taizé, ha hecho público esta mañana un comunicado en el que informa de que ha tenido conocimiento de cinco casos de abusos sexuales producidos en el seno de esa comunidad ecuménica “entre los años 50 y 80”, cometidos por tres hermanos, dos de los cuales ya han fallecido.
“Si tomo hoy la palabra –dice Alois– es porque he sabido, con gran tristeza, de casos que implican a hermanos; incluso si son antiguos hemos pensado, en comunidad, que debemos hablar. Se trata de cinco casos de agresión de carácter sexual a menores, entre los años 50 y 80, cometidos por tres hermanos diferentes, dos de los cuales ya son difuntos desde hace más de quince años”.
“Cuando me informaron de las agresiones –señala el hermano Alois– mi primer paso ha sido escuchar, con otros hermanos, a las víctimas, en un absoluto respeto a su palabra, entender su sufrimiento y acompañaros lo mejor posible”.
Informar a la Fiscalía
El religioso reconoce, acto seguido, que “en los últimos años, en la sociedad y en la Iglesia, la gravedad de toda agresión a la integridad por suerte se ha profundizado. Esto encuentra un eco en la evolución de la ley francesa, que requiere informar de todos los casos, independientemente de la época en la que los hechos ocurrieron”. En este sentido, y “para continuar nuestro trabajo por la verdad, y después de haber hablado primero con las víctimas, acabo de informar al Fiscal de la República de estos cinco casos”.
“Reconocemos –señala el prior– que también forman parte de la historia de nuestra comunidad estas agresiones cometidas en el pasado por algunos hermanos. Para nosotros, este comunicado se inscribe en un trabajo por la verdad que ya comenzó con la escucha a las víctimas, y aun hoy nuestros primeros pensamientos se dirigen hacia ellas; escuchando lo que han vivido y sufrido, sentimos vergüenza y una profunda tristeza. Es posible que este comunicado aliente a otras posibles víctimas a darse a conocer: las escucharemos y acompañaremos en los pasos que quieran emprender”.
El hermano Alois también asegura que “estamos convencidos de que sacando a la luz estos actos contribuiremos, ayudados por personas externas a la comunidad, a proteger de manera eficaz a quienes nos dan su confianza viniendo a Taizé. Si hablo hoy, es porque se lo debemos tanto a las víctimas, a sus familiares, como a aquellas y aquellos que buscan en Taizé un lugar de confianza, de seguridad y de verdad”.
La confianza de los jóvenes
El comunicado, que precisamente está encabezado por el título ‘Un trabajo por la verdad’, comienza reconociendo que “en estos momentos en los que la sociedad y la Iglesia buscan poner a los luz los abusos y las agresiones sexuales, en particular a menores y personas vulnerables, con mis hermanos vemos necesario tomar la palabra. En Taizé acogemos desde hace décadas, semana tras semana, a miles de jóvenes y menos jóvenes de Europa y del mundo entero”.
“Conscientes de nuestra responsabilidad y de la confianza que nos hacen los jóvenes, sus familias y sus acompañantes, siempre hemos buscado que esa acogida sea en las mejores condiciones, desde el respeto a las convicciones y una gran atención a la seguridad y a la integridad de todos”, señala a continuación.
Escuchar y denunciar
“Sin embargo –reconoce el texto del prior y de la comunidad monástica fundada por el hermano Roger–, entre los participantes a los encuentros, ya sea entre jóvenes o jóvenes y adultos, las agresiones contra la integridad podrían haber ocurrido. Cuando hemos sido informados, nos aseguramos de escuchar a las víctimas, y también de informar a las autoridades competentes, judiciales y eclesiales”.
Alois apunta que, desde hacía un tiempo, en la comunidad se estaban tomando medidas al respecto. “Entre otras medidas, desde 2010, un apartado de nuestra web está dedicado a la protección de las personas y existe una dirección de correo electrónico destinado a facilitar una posible denuncia. En Taizé, un hermano y otras personas externas a la comunidad están encargadas de escuchar a cualquier persona que tenga conocimiento de una agresión de carácter sexual u otra forma de violencia, en particular, si se tata de menores de edad. Esto forma parte de la información que se da a todos los participantes a su llegada”.