“Estoy cada vez más convencido de que el restablecimiento de la unidad plena entre católicos y ortodoxos tiene lugar a través del respeto por las identidades específicas y la coexistencia armoniosa en la diversidad legítima”. Así lo ha dicho el papa Francisco hoy durante su audiencia con una delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla con motivo de la festividad de los apóstoles Pedro y Pablo. Y ha añadido: “Como obispo de Roma, deseo reiterar que para nosotros los católicos, el propósito del diálogo es la plena comunión en una diversidad legítima, no la homogeneización y mucho menos la absorción”.
Jorge Mario Bergoglio ha invitado al patriarcado a “comprometernos” de forma conjunta para “responder a los nuevos desafíos de nuestro tiempo”, ya que “esto también es fidelidad al Evangelio”. Y es que, “frente a la preocupante crisis ecológica que estamos experimentando, promover el cuidado de la casa común para los creyentes no es solo una urgencia que ya no se puede posponer, sino una forma concreta de servir a los demás. De manera similar, considero una buena señal la colaboración entre la Iglesia católica y el Patriarcado Ecuménico en otros temas actuales, como la lucha contra las formas modernas de esclavitud, la recepción e integración de los migrantes y refugiados, y la promoción de la paz a distintos niveles”.
“Las divisiones no se han curado por completo”
El Papa ha explicado que “en nuestras reuniones me parece precioso compartir nuestras raíces, redescubrir el bien que el Señor ha sembrado y ha hecho crecer en el otro y darnos unos a otros, aprender unos de otros, ayudarnos a no tener miedo al diálogo y la colaboración concreta”. Porque “el escándalo de las divisiones, que aún no se han curado por completo, puede eliminarse solo con la gracia de Dios mientras caminamos juntos, acompañando los pasos de otros con la oración, anunciando el Evangelio en armonía, trabajando para servir a los necesitados, dialogando en la verdad, sin dejarnos condicionar por el prejuicio del pasado”.
Asimismo, ha añadido que “en esa sincera transparencia que el Señor ama, nos encontraremos y sabremos apreciar más nuestras identidades, creceremos en conocimiento y afecto mutuo, y experimentaremos eso, más allá de las diferencias”.
Para concluir, el Papa les ha recordado que “Dios, todopoderoso y misericordioso, a través de la intercesión de los santos apóstoles Pedro, Pablo y Andrés, hermano de Pedro, bendice y apoya nuestro compromiso en el camino hacia la plena comunión”.