Sobre las 10 de la mañana del 27 de junio, en la sede Chapinero de la Universidad de La Salle, en Bogotá, Leonardo Boff tomó la palabra para dar inicio al conversatorio: ‘Ecología integral: desafíos para la Iglesia latinoamericana’.
“La Tierra, limitada, no soporta un principio ilimitado de crecimiento”, fue una de las sentencias del teólogo brasileño que más eco tuvo en el auditorio y entre más de 4.000 personas que acompañaron el evento a través de las redes sociales.
Su llamado a la cultura del cuidado, “desde todas las instancias, desde la familia hasta la escuela”, fue elocuente. “Cuidar para que todo siga y guardar para que pueda evolucionar lo que ya está”, explicó Boff, quien también ha tenido un rol protagónico en la Carta de la Tierra, recordando el imperativo de la ecología integral y del cuidado de la ‘casa común’ que se desprende Laudato Si’.
Cuarto aniversario de Laudato Si’
La carta encíclica publicada por el papa Francisco hace cuatro años fue, justamente, el tema de fondo que motivó el diálogo entre Boff y los representantes de tres organizaciones de la Iglesia latinoamericana con sede en Bogotá: el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos/as (CLAR) y la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC).
“La ecología integral expresa la integración de la Tierra y del ser humano como un todo”, recordó el teólogo y pensador brasileño, acentuando la necesidad de despertar las conciencias para que sean asumidas las implicaciones de “cuidar la Tierra, el agua, los recursos, el trato con los demás” y “asumir este nuevo paradigma ecológico”.
Las palabras de Boff encontraron eco en la intervención del P. Jorge Iván Álvarez, del Departamento de Cultura y Educación del CELAM, quien se refirió a la Carta Pastoral ‘Discípulos misioneros custodios de la casa común’ del episcopado latinoamericano.
‘En esta hora profética’
Por su parte, la Hna. Daniela Cannavina, secretaria general de la CLAR, acentuó que el llamado a la conversión ecológica ha movilizado a la vida consagrada del continente a asumir “esta hora profética” para “defender y promover una ecología integral” que conlleve a “proteger y salvaguardar ‘lo común’” y, al mismo tiempo, a “denunciar la expoliación y explotación de la madre Tierra”.
Por último, el secretario general de la CIEC, Óscar Pérez Sayago, agregó que “las posibilidades de la escuela católica para ser referente de propuestas educativas para la ‘ciudadanía ecológica’ son enormes”, evocando la invitación de Francisco a asumir una espiritualidad ecológica y procesos de conversión interior “con consecuencias ecológicas en las decisiones personales y políticas”.