Después de dos exitosos álbumes y más de diez años en la música, Rodrigo Mercado se encierra para componer su tercer disco. El hijo del mítico Rosendo no ha seguido la senda rockera de su padre, pero su música no desmerece en nada a la del exvocalista de Leño.
PREGUNTA.- Se define como “nacido en el ‘hip hop’, educado en el ‘reggae’, cultivado en el ‘funk’ y madurando en el soul”. ¿Cómo definimos su música?
RESPUESTA.- Es una manera de decir que empecé escribiendo letras de ‘rap’ y que de ahí pasé a formar una banda de ‘reggae’ que luego se abriría a la fusión. También me define como un artista que se nutre mayormente de las fuentes de la música negra.
P.- Y de rock, ¿nada?
R.- El rock también es una de mis influencias, cómo no podía ser de otra manera.
P.- ¿Qué verano le espera?
R.- Estoy centrado en la composición de lo que será mi próximo álbum, que espero poder lanzar este mismo otoño.
P.- ¿Son malos tiempos para la música?
R.- Creo que son malos tiempos para la escucha, cada vez nos cuesta más pararnos a escuchar música plenamente. Hoy en día, el ritmo acelerado que llevamos para casi todas las cosas afecta a este hecho de forma muy negativa.
P.- ¿Qué pretende contarnos con sus temas?
R.- Mis canciones son mi vía de expresión más pura e intento hacerlas con un lenguaje poético y que inspire algo más que simples palabras. Hablo de lo que me preocupa, de lo que me alegra o me entristece, doy mi visión del mundo que me rodea.
P.- Algunos dicen que la música murió en los 80…
R.- Todas las épocas tienen música buena, música menos buena y, al final, para gustos los colores. La música no muere, siempre está viva.
P.- ¿En qué modo marca ser hijo de Rosendo?
R.- Para mí es un orgullo ser hijo de quien soy por la persona y padre que es. Aparte de esto, es cierto que es un hándicap ser hijo de un músico muy reconocido y querer dedicarte a la misma profesión. (…)