Enrique Lluc
Doctor en Ciencias Económicas

No se puede servir a Dios y al dinero


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“Nadie puede estar al servicio de dos amos, pues o odia a uno y ama al otro o apreciará a uno y despreciará al otro. No podéis estar al servicio de Dios y el Dinero” (Mt. 6, 24).



Es esta una afirmación muy fuerte de Jesús y que debería hacernos reflexionar. Porque no afirma que es incompatible robar con estar al servicio de Dios. Es más, al recaudador (que robaba al cobrar los impuestos) lo acoge. Tampoco dice que sea incompatible querer al marido de otra con querer a Dios, de hecho a la adúltera la salva de la ira de sus acusadores. Tampoco contrapone servir a Roma con querer a Dios, de hecho acoge al soldado del imperio. No, lo que ve incompatible es amar a Dios y al dinero.

¿Significa esto una condena del dinero? No, Jesús no condena el dinero, sabe que es un medio de intercambio útil, de hecho Judas era el encargado de la bolsa de su pequeña comunidad. No es el dinero el problema, ni siquiera tenerlo, sino amarlo, quererlo, ponerlo en el primer lugar. Porque quien ama a alguien o a algo, está dispuesto a hacer lo que sea por él, a renunciar a sí mismo por la persona o el objeto amado.

Moneda-euro

Cuando amamos el dinero, cuando nuestra vida se pone a su servicio, cuando estamos concentrados en aquellas actividades o personas que nos pueden ayudar a obtener más dinero, es imposible querer al prójimo, a quien tenemos a nuestro lado. Las personas pasan a ser instrumentos para nosotros, contactos o medios que nos pueden llevar a ganar más o menos. Dejan de tener importancia como fines en sí mismos y pasan a tener una relevancia instrumental, estaremos con ellos en la medida que incrementen nuestras posibilidades de tener más.

Por eso este es el único amor totalmente incompatible con el amor a Dios, porque nos deshumaniza, nos hace interesados, egoístas, egocéntricos y solamente preocupados por nuestro propio bienestar que se identifica siempre con tener más. Para aquellos que aman el dinero, las personas quedan a un lado, cualquiera de ellas puede ser sacrificada, todo para no comprometer la posibilidad de incrementar sus ingresos.

Y si esto es así ¿Qué podemos esperar de una sociedad que está toda organizada para que sus ingresos aumenten año tras año y que pone todo al servicio del crecimiento económico?