La conversión pastoral

José Ignacio López(José Ignacio López– Periodista columnista del diario La Nación de Buenos Aires)

“Hay quienes vislumbran en la región signos de un proceso de ‘eclesialidad de frontera’, una forma de ser Iglesia en otros espacios, con otras lógicas, que precisa arraigarse, explicitar sus raíces místicas, sus constelaciones prácticas, sus teologías”

Variadas, diversas, en casos contrapuestas y en otros complementarias, son las miradas e interpretaciones que suscita tanto el acontecimiento como el Documento de Aparecida, última expresión de colegialidad de la Iglesia de América Latina y el Caribe. Con esos matices, y seguramente gracias y a través de ellos, los signos de transición cultural de esta época se expresan también en la Iglesia. Se entiende así que el llamado a la conversión pastoral sea recogido aquí y allá por la extensa geografía y las variadas realidades latinoamericanas. Una conversión que se pretende integral de la experiencia religiosa, de la mentalidad imperante y de los criterios pastorales, que no sólo es ética y moral, sino esencialmente espiritual. Conversión “de una pastoral de conservación a una pastoral decididamente misionera…, con nuevo ardor misionero, haciendo que la Iglesia se manifieste como una madre que sale al encuentro, una casa acogedora, una escuela permanente de comunión misionera”.

Se plantea una misión como nuevo paradigma. En algunos de tantos encuentros de reflexión y búsqueda, miradas críticas más que propositivas suelen interrogarse sobre la capacidad del catolicismo continental para gestar nuevos paradigmas, al decir que la mayoría de insinuaciones de renovación de esa naturaleza parecen provenir de la ciencia, la tecnología o la filosofía. Desde esa perspectiva, hay quienes vislumbran en la región signos de un proceso de ‘eclesialidad de frontera’, una forma de ser Iglesia en otros espacios, con otras lógicas, que precisa arraigarse, explicitar sus raíces místicas, sus constelaciones prácticas, sus teologías. Se trataría de experimentar lo que sucede cuando lo más digno de la humanidad actual y lo más explorador y pionero del cristianismo es entrar en conversación.

jilopez@vidanueva.es

En el nº 2.686 de Vida Nueva.

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