“Hemos visto y vemos a hermanas, hijas, madres y amigas con el alma perdida y el corazón roto por la distancia con sus seres queridos porque ahora es impensable dar un beso o un abrazo. Las hemos visto y vemos con ellos en el acto supremo de morir que solo puede celebrarse estrechando la mano de quienes permanecerán unidos a nosotros para siempre, legados por el Amor, el hilo dorado de la eternidad”.