Ha pasado un año desde que Banco Sabadell instalara en una parroquia el primer cepillo digital de España. Hoy hay más de 300 atriles con TPV para pago “contactless” en todo el país y su éxito ha sido tal que en este tiempo también se han puesto en marcha lampadarios y huchas para el pago con tarjeta. Así se ha puesto de manifiesto durante una jornada de sensibilización sobre captación de fondos y comunicación para entidades católicas celebrada ayer en Barcelona.
El director de Instituciones Religiosas de Banco Sabadell, Santiago Portas, hizo balance del proyecto “más que positivo”. “Este tiempo nos debe llevar a reflexionar porqué meter un TPV en una parroquia ha sido noticia. Es reflejo de que vamos tarde en la transición hacia lo digital”, comentó Portas.
Por la transparencia
“Hay que pagar los servicios, hay que pagar a la gente que nos ayuda… pero el camino de la Iglesia no puede ser la agresividad a la hora de captar fondos”, reflexionó, a la vez que hizo un llamamiento a la Iglesia a promover la transparencia en sus cuentas e instó a los laicos “a implicarse, a involucrar a las comunidades en el sosteniemiento en las parroquias”. “Los donantes son más generosos cuando pagan con tarjeta”, detalló además haciendo alusión a un reciente informe del Banco de España.
“Tenemos que saber adaptarnos a los usos y costumbres de los feligreses, si esperamos que haya una respuesta verdaderamente comprometida por su parte”, completó Tomás Pascual, director comercial de Necomplus, empresa responsable de desarrollar el proyecto de los atriles con TPV de Banco Sabadell.
Las líneas de Martini
Miriam Díez Bosch, directora de Global Engagement del portal Aleteia.org, planteó la necesidad de realizar una comunicación efectiva siguiendo las máximas marcadas por el cardenal Martini: “Discreta, respetuosa con el otro, que no hiera y que sea justa”. La también directora del Observatorio Blanquerna de Comunicación Religión y Cultura señaló que “la Iglesia se ha dado cuenta de que estamos en una nueva era, pero todavía no se ha puesto manos a la obra para mejorar la gestión del patrimonio de una entidad eclesial, tenemos que implicar, que involucrar al otro”.
“Es un error pensar que solo van a aportar los convencidos, la estrategia pasa por apostar por nuevas alianzas, por amigos que no se juegan solo en casa. Es verdad que es un deporte arriesgado. Pero se acabó lo de esperar en casa”, planteó.
Identidad y marca
Por su parte, el presidente del Instituto de Fundraising Católico, Juan Uribe, destacó cómo hay que ir más allá de los “ingresos típicos” para captar fondos: “El párroco tiene que entender que tiene que crear una identidad y una marca para situarnos en la mente de las personas para conseguir un donativo, a lo que hay que unir creatividad y astucia, además de un administrador prudente”. Desde ahí, planteó tres principios éticos indispensables: agradecer el donativo, respetar la voluntad del donante y mantenerle informado.
El director de Instituciones Religiosas de Banco Sabadell en Catalunya, Albert Pujol-Xicoy, ejerció de anfitrión del encuentro y destacó cómo “el servicio a la Iglesia va en nuestro ADN”, con la vista en ser “foco y altavoz de los temas que ocupan y preocupan a nuestros clientes”. Muestra de ello, es que ya hay más de 60 atriles instalados en territorio catalán.