El rey –emérito– Alberto II de Bélgica ha participado en una conferencia en Bruselas sobre retos y oportunidades de la Iglesia católica en la Europa del 2020. Un foro en el que han hecho sus aportaciones el cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Múnich y presidente de la Conferencia Episcopal Alemana; Jozef de Kesel, arzobispo de Malinas-Bruselas y primado de los belgas; y el cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona.
Los participantes reivindicaron la dimensión espiritual de Europa en los tiempos actuales. Repasando los 2.000 años de la Iglesia, el cardenal Omella reivindicó la belleza y la fuerza del mensaje de Cristo en el Viejo Continente.
Oportunidades ante la crisis
Para el cardenal Marx, la “Unión Europea se encuentra actualmente en una fase difícil”, por ello los prelados han hecho una llamada a la esperanza y a la construcción de la identidad europea. Para Omella, la crisis que se viven “en la familia, la política, la sociedad… europeas, que es una crisis global” han de afrontarse desde la máxima ignaciana de que “en tiempo de crisis, no hacer mudanza” para aprovechar la oportunidad de redescubrir la esencia de la Iglesia siguiendo la Palabra de Dios y su papel en la sociedad. Algo que el arzobispo de Barcelona aplicó al caso concreto del ministerio presbiteral o la situación que vive la diócesis catalana que preside donde el perfil de los seminaristas ha cambiado.
Una invitación a no perder la esperanza, que el cardenal Omella expresa como una responsabilidad para los cristianos que les ha tocado vivir este momento de la historia. Es, para el prelado, una tarea de que se hace también desde el silencio y la oración, como han enseñado los monjes que han contribuido a la formación de Europa.