Tribuna

Laicos y diáconos, tendiendo puentes

Compartir

El Congreso de Laicos 2020 es una importante ocasión para reflexionar sobre la responsabilidad bautismal que nos atañe a todos, como testigos de la presencia de Cristo en el mundo y mensajeros de la vida. A los laicos les corresponde una presencia testimonial en la vida ordinaria, pero a los diáconos, ordenados en el ministerio por el sacramento del orden sacerdotal, se les encomienda la misión de la caridad, de la predicación de la palabra y de la participación en la liturgia.



Es un ministerio que hace que el diácono no sea entendido ni como un “mini-cura”, ni como sustituto, ni como complemento de nadie. Es una persona de servicio. Es una figura del ministerio ordenado que debe constituir, ante todo, un eficaz puente entre la vida ordinaria, de la que surge por su ordenación y en la que ha ejercido su vida y su profesión, como uno más en el mundo laboral. Ha convivido con los problemas y las virtudes de este mundo, formando parte de una familia, con esposa e hijos y, con su ordenación, ha dado un giro esencial en su vida, por la recepción del sacramento del orden.

La presencia de un servicio

Hablar de diáconos permanentes es hablar de la presencia de un servicio, que se hace presente en el mundo “secular”; allí donde la vida de las personas se encarna en su realidad cotidiana. Una presencia de servicio que debe manifestarse especialmente en aquellos lugares donde lo religioso se considera un asunto personal, privado e individual, sin que exista ninguna incidencia en el espacio público o limitado tantas veces a la propia conciencia.

Diaconos

El diácono ha de ser la persona que haga posible el descubrimiento del “pensamiento fuerte”, el ministro capaz de sembrar las trazas de la presencia de Dios. Hacer más humano y acogedor con su propio testimonio y su palabra, su ayuda y su servicio a todos aquellos que en la vida diaria, piden tantas veces a gritos, una palabra de esperanza, un gesto que aproxime, que cuide y restablezca el amor, la esperanza y la confianza.

Artículo completo solo para suscriptores

Lea más: