07/06/2020 | Silvia Guidi
"Una vocación anfibia, vertiginosa en su extrañeza: totalmente en el mundo, totalmente fuera de las lógicas del mundo, basada en los tres consejos evangélicos pero sin el refugio de un hábito religioso. Totalmente laicos, pero también totalmente monjes, viviendo en casas normales, con facturas a pagar a fin de mes, como todos, pero con una habitación llamada 'capítulo' y una campana que llama a la oración para la liturgia de las horas como en los monasterios".