La literatura bíblica sapiencial no se limita a criticar aquello que observa en el entorno sino que nos da ideas que nos ayudan a comprender cómo el cambio de nuestras actitudes económicas nos puede ayudar a mejorar.
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Por ello, además de su mirada crítica a esa manera de vivir en la que estamos obsesionados por tener más, en la que el principal objetivo de las personas es enriquecerse, la literatura sapiencial anima a vivir con parquedad.
“Indispensables para la vida son el agua, el pan y el vestido, y una casa para abrigo de la desnudez. Mejor es vida pobre bajo un techo de madera que festines espléndidos en casas extrañas. Conténtate con lo poco o lo mucho, y no serás reprochado como extraño.” (Eclo 29,21-23) Estos versos deben ser situados en el contexto de la cultura grecorromana.
Algunas personas decidían vivir en casa de personajes ricos donde podían disfrutar de un nivel de vida superior al que tendrían de otra manera. Aunque esto les permitía no llevar adelante un trabajo sistemático, se veían obligados a realizar determinados encargos que les realizaba su anfitrión, lo que les quitaba libertad y les convertía en sus esclavos virtuales.
Pero esta idea también puede traducirse a nuestra realidad actual. ¿Cuántas personas intentan acercarse a aquellos que son más ricos para poder tener un nivel de vida superior? ¿Cuántos sacrifican su familia, sus amigos, sus ideales, por lograr unos ingresos superiores? Y esta actitud ¿no les lleva también a que se conviertan en personas que viven la vida de otros para poder obtener los ingresos que ansían?
Ante esta actitud, Jesús Ben Sira recomienda la parquedad, conformarse con lo que tenemos, no perseguirlo todo, no dejarse llevar por las pasiones y por los deseos, percibir que estos nos empobrecen y nos convierten en sus esclavos. (Eclo 18,30 – 19,3).
Es mejor tener poco y conservar la libertad y la independencia, que buscar mucho y que nuestras apetencias nos esclavicen. La libertad está por encima de las riquezas y para alcanzarla precisamos tener una vida parca en la que no ansiemos demasiado, en la que busquemos lo esencial y nos conformemos con lo que tenemos.