A nadie se le escapa que parar un país tiene unas graves consecuencias económicas. Permanecer en casa supone un parón económico considerable que va a tener repercusiones sobre la vida de muchas personas. Pero como siempre sucede, esto no va a afectar a todos por igual. Siempre vamos a tener unos sectores más afectados que otros.
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Por lo pronto ya tenemos un gran número de trabajadores que han engrosado las cifras del desempleo o que han dejado de tener unos contratos temporales ligados a la gran cantidad de fiestas que se desarrollan en nuestro país en el principio de la primavera (fallas, semana santa, la magdalena, etc.)
Además, muchas pequeñas y medianas empresas no saben si van a poder aguantar este tirón (dependerá del tiempo que estemos de confinamiento). Empresas que tienen sus trabajadores a los que hay que pagar, pero que no están generando ingresos, que han visto sus pedidos reducidos a la nada por la situación que estamos viviendo.
Por otro lado están las empresas que aparentemente están ganando mucho, me refiero a supermercados y productores de alimentos y bienes de limpieza. El incremento de ventas generado por el miedo de la población y su reacción compulsiva de acumular comida y otros enseres por lo que pueda suceder en el futuro parece decirnos que son los mas beneficiados por esta situación.
Sin embargo, en contra de lo que puede parecer, estas empresas pueden no ser tan beneficiadas. Esto es debido a que aunque ahora han incrementado mucho sus ventas, es previsible que luego se reduzcan porque la población utilizará los alimentos y productos almacenados antes de volver a comprar.
Si tenemos en cuenta que para poder atender a esta demanda muchas de estas empresas y supermercados están teniendo que pagar horas extras y costes extraordinarios, no es tan claro que los beneficios a largo plazo vayan a incrementarse aunque los resultados a corto sean magníficos. En la medida que los precios no se han incrementado, las empresas son las que tienen que asumir esta rebaja en el beneficio.
Quienes parece que pueden ser las grandes beneficiadas son, por un lado determinadas empresas de suministros sanitarios que experimentan un incremento de de su demanda y por otro aquellas que puedan vender sus productos y servicios por correo. El envío a domicilio puede incrementarse si esas compañías saben jugar sus bazas en estos momentos de confinamiento.