La Pascua de 2020 se vivirá desde casa. Precauciones extremas contra el coronavirus. La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha actualizado su decreto ‘En tiempo de Covid-19’ en el que ofrecía “indicaciones generales y algunas sugerencias a los obispos” sobre la manera de celebrar la liturgia de la Semana Santa. El nuevo documento, fechado hoy y firmado por el cardenal prefecto Robert Sarah reconoce que estas medidas se adoptan como fruto del “difícil tiempo que estamos viviendo a causa de la pandemia”.
Las novedades son dos: el nuevo decreto viene a prohibir las celebraciones con fieles en todos los países afectados por el virus y cuyas autoridades han limitado las concentraciones públicas y limita la adoración de la Cruz del Viernes Santo solo al celebrante.
“Dado que la fecha de la Pascua no puede ser trasladada, en los países afectados por la enfermedad, donde se han previsto restricciones sobre las reuniones y la movilidad de las personas, los obispos y los presbíteros celebren los ritos de la Semana Santa sin la presencia del pueblo y en un lugar adecuado, evitando la concelebración y omitiendo el saludo de paz”, explica.
Mientras, “los fieles sean avisados de la hora del inicio de las celebraciones, de modo que puedan unirse en oración desde sus propias casas. Podrán ser de gran ayuda los medios de comunicación telemática en directo, no grabados”, reconoce Sarah.
Seminarios, residencias sacerdotales, monasterios y comunidades religiosas tienen la obligación de atenerse también al decreto.
“Las expresiones de piedad popular y las procesiones que enriquecen los días de la Semana Santa y del Triduo Pascual, a juicio del Obispo diocesano podrán ser trasladadas a otros días convenientes, por ejemplo, el 14 y 15 de septiembre”, mantiene en este nuevo texto.
Con todo, así se detalla el modo de celebrar la Pascua:
1. Domingo de Ramos
“La Conmemoración de la Entrada del Señor en Jerusalén se celebre en el interior del edificio sagrado; en las iglesias catedrales se adopte la segunda forma prevista del Misal Romano; en las iglesias parroquiales y en los demás lugares, la tercera”.
2. Misa crismal
“Valorando la situación concreta en los diversos países, las Conferencias Episcopales podrán dar indicaciones sobre un posible traslado a otra fecha”.
3. Jueves Santo
“Se omita el lavatorio de los pies, que ya es facultativo. Al final de la Misa en la Cena del Señor, se omita también la procesión y el Santísimo Sacramento se reserve en el sagrario. En este día, se concede excepcionalmente a los presbíteros la facultad de celebrar la Misa, sin la presencia del pueblo, en lugar adecuado”.
4. Viernes Santo
“En la oración universal, los obispos se encargarán de preparar una especial intención por los que se encuentran en situación de peligro, los enfermos, los difuntos (cf. Missale Romanum)”.
5. Vigilia Pascual
“Se celebre solo en las iglesias catedrales y parroquiales. Para la liturgia bautismal, se mantenga solo la renovación de las promesas bautismales (cf. Missale Romanum)”.