La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) ha hecho público un comunicado ante el impacto de la COVID-19 y sus “dramáticas consecuencias” en el que subraya la importancia de la comunión y la solidaridad “como única salida posible”. Una práctica que, ante la situación de estos días, “se está visibilizando de manera extraordinaria en multitud de personas, sean o no creyentes, que ponen vida y capacidades al servicio de quienes lo necesitan”.
Del mismo modo, desde la HOAC subrayan que “también hemos visto cómo la política, en gran medida, ha sido capaz de humanizarse y ponerse al servicio de las necesidades de las personas y del bien común”. Y es que, como subraya la organización en su comunicado, “la dimensión socioeconómica de esta crisis es una de las grandes preocupaciones de este movimiento de la Iglesia que, aunque considera ‘positivas’ las acciones del Gobierno orientadas a amortiguar el impacto y a proteger a empresas, autónomos y trabajadores, siguen estando muy lejos aún de lo que es necesario”.
No olvidar a los desfavorecidos
Por ello, la HOAC cree que existe “una necesidad urgente” de poner en marcha tres medidas. La primera, “garantizar recursos económicos para trabajadores y trabajadoras y sus familias” que, por no poder acceder a su empleo, “sobreviven en condiciones muy precarias” y “no van a ser incluidas en ningún ERTE ni van a cobrar ninguna prestación de desempleo”. Ante la situación de estas familias es esencial “una red de solidaridad” que se concrete en “una renta básica” para, “prioritariamente, quiénes más lo necesitan”.
Una segunda medida sería “la puesta en marcha de un mecanismo compensatorio para las personas y familias que no puedan pagar hipotecas o alquileres”, para evitar prácticas que, como los desahucios, “atentan contra la dignidad humana”. Por último, desde la HOAC abogan por “realizar exenciones fiscales para el sostenimiento y el relanzamiento de proyectos empresariales de pymes y autónomos, sin que ello suponga ninguna hipoteca ni endeudamientos futuros”.
Asimismo, la organización señala que, una vez superada la emergencia sanitaria, sería necesario “reorientar el sentido de la sociedad y la economía desde dos perspectivas: fortalecer el Estado del bienestar y las políticas públicas que atienden el cuidado de la vida; y revisar el papel de las instituciones financieras que gestionan el dinero”.
En comunión con Francisco
“Es un contrasentido otorgar a la banca privada el dinero de todos a interés cero, para que esta lo preste a empresas y personas a un interés cuatro o cinco puntos mayor”, señala el comunicado. Por otro lado, la financiación que necesitan los Estados para satisfacer las necesidades de la ciudadanía “solo puede hacerlo una banca pública o legislando que los bancos centrales asuman esta función”.
Finalmente, este movimiento de Acción Católica, se une al papa Francisco en su llamamiento a construir, concretar y extender, más allá de estas situaciones de excepcionalidad, “esa cultura de la solidaridad, del cuidado y de la acogida, contribuyendo a crear un mundo cada vez más humano sobre todo con quiénes más sufren las consecuencias de esta situación”.
