El papa Francisco avisa a los gobiernos que no toman medidas para frenar el avance del coronavirus que pueden favorecer un “genocidio vírico”. Así se ha expresado el Pontífice en una carta dirigida a Roberto Andrés Gallardo, presidente del Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales, y a la que ha accedido Vatican News.
Gallardo ha hecho pública la misiva que recibió el pasado 28 de marzo, en la que Jorge Mario Bergoglio le expresa su halago a algunos gobiernos que han tomado medidas ejemplares para defender a la población. “Estos gobiernos muestran la prioridad de sus decisiones: primero la gente”, señala el Papa. “Medidas que son un sacrificio para la población, molestan a quienes se ven obligados a cumplirlas, pero siempre es para el bien común. Por eso, a la larga, la mayoría de la gente las acepta y se mueve con una actitud positiva”, agrega Francisco.
La expansión de la pandemia
En la carta, el Papa también expresa su preocupación por el “el crecimiento, en progresión geométrica”, de la pandemia. El Pontífice admite que se siente “edificado por la reacción” de tantas personas, médicos, enfermeras, enfermeros, voluntarios, religiosos, sacerdotes, que arriesgan su vida para salvar a los demás.
El Papa le transmite su preocupación por el después. El día D, cuando finalice la expansión de contagios. “Hay algunas consecuencias que deben ser enfrentadas: hambre, sobre todo para las personas sin trabajo fijo, violencia o la aparición de los usureros, que son la verdadera peste del futuro social, delincuentes deshumanizados”, subrayó.