Tribuna

Viacrucis en la pandemia por el coronavirus

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1ª estación: Jesús condenado a muerte

Si eres una persona contagiada por el virus; si estás cerca de alguien de los tuyos que está infectado, Jesús fue condenado y tenido por leproso y blasfemo, mírale a Él.



2ª estación: Jesús carga con la cruz

Si tú has sido hospitalizado, o alguno de los tuyos lo está, y sientes el peso insoportable de la prueba, mira a quien cargó con nuestros sufrimientos.

3ª estación: Jesús cae en tierra, por primera vez

Si en estos momentos te acosa la tentación de la desesperanza, de la angustia y hasta de la depresión, mira a Jesús que, caído en tierra, se levanta.

4ª estación: Jesús se encuentra con su Madre en el camino de la cruz

Si tienes algún familiar contaminado, y no puedes acercarte a verlo, si estás aislado en tu propia casa, sin poder demostrar tu cercanía, contempla el dolor de María ante su Hijo en la Vía Dolorosa, sin poderse acercar a Él.

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5ª estación: El Cireneo ayuda a Jesús a llevar la cruz

Si eres profesional de la medicina, si perteneces a los destacados para poner tus manos en el dolor y en la enfermedad, en la soledad y el aislamiento, eres como el Cirineo. El papa Francisco te ha llamado “el santo de la puerta de al lado”. Gracias.

6ª estación: La Verónica enjuga el rostro de Jesús

Si eres uno de los voluntarios, que se ha ofrecido para enjugar el dolor del que sufre, siente el gozo de llevar en tus ojos el rostro que se imprimió en el velo de la Verónica. Gracias.

7ª estación: Jesús cae en tierra por segunda vez

Si te oprimen las noticias de los que especulan, de los que mienten, de los que se aprovechan del dolor ajeno, mira a Jesús, que no cede y se levanta, hazlo tú con gestos sinceros que animen y den esperanza.

8ª estación: Jesús, camino del Calvario, se dirige a las mujeres de Jerusalén

A ti, madre, hermana, trabajadora, ama de casa, acoge la mirada de Jesús y convierte tu lamento en gestos solidarios, entrañables, amorosos, que tanto ayudan. Gracias.

9ª estación: Jesús cae por tercera vez en tierra

Si ves cómo se derrumba tu negocio, y se quiebra tu economía, si das por perdido todo tu esfuerzo, no deseo decirte palabra de compromiso, pero quizá sientas junto a ti una mano tendida. Mira a Jesús que vuelve a levantarse. No te hundas, espera, espera en el Señor.

10ª estación: Jesús es despojado de sus vestidos

Si te sientes despojado, porque te ha alcanzado el virus, y estás desnudo y solo en una habitación, o estás en cuarentena, te invito a que mires a Quien desnudo y solo dio su vida por amor a todos.

11ª estación: Jesús es clavado en la cruz

Si estás en la UCI, o aislado; si estás sin poder salir de casa, sujeto, si te sientes clavado y solo, mira al Crucificado. No deseo oprimirte más, pero Él se trasfunde en nuestro dolor y lo transforma en redención.

12ª estación: Jesús muere en la cruz

Por ti, que nos has dejado, y ya has pasado el umbral de la muerte, rezo y a ti me encomiendo. Por ti, que has perdido un ser querido, y no te has podido acercarte a darle un beso, te acompaño en tu dolor, aunque nunca lo sepas. La muerte no es la última palabra. Jesús muere y convierte la muerte en vida.

13ª estación: Jesús, muerto, en brazos de su Madre

Si no has podido despedirte de un ser querido, si estás a distancia de quien deseas acompañar, mira a María, la Virgen de la Soledad, la Virgen de las Angustias, la Virgen de los Desamparados. Ella tiene el encargo de Jesús de consolarnos. Un beso.

Dos familiares de una víctima del coronavirus acompañan el ataúd en el cementerio

14ª estación: Jesús es colocado en el sepulcro

Si no has podido acompañar el entierro de tu ser querido, de tu amigo, si la losa del desgarro ha caído sobre tu corazón, te ofrezco mi silencio y, sobre todo, el silencio de María, la mujer fuerte, que permaneció de pie junto a la cruz y no perdió la esperanza. ¡Ten ánimo! Tanto dolor no puede quedar sin sentido.

15ª estación: Jesús resucita de entre los muertos

Si ahora piensas que invocar la vida es recurso piadoso, te aseguro que es desde la resurrección de Cristo que cabe permanecer en esperanza. Cuenta con la oración de muchos. Nada es inútil. Algún día comprenderemos tanto dolor e impotencia, y se hará luz. Me atrevo de decirte: espera, espera en el Señor, que volverás a alabarlo.

Oración

Señor Jesús, en este día en que recordamos tu Pasión y Muerte, ayúdanos a reconocer el inmenso amor que nos tienes. Tú, Señor, entregaste tu vida por nuestra salvación, y nos has señalado un sendero por recorrer: solo quien entrega, podrá recibir. Ayúdame a acoger el inmenso don de tu amor, y a seguirte en el camino de la cruz, que es paso para la resurrección. Amén.