Misiones Salesianas, presente en más de 130 países de todo el mundo, donde acompaña a las comunidades humanas más desfavorecidas, lanza una clara llamada de atención ante la pandemia global del coronavirus, con el Día Mundial de la Salud, que se celebra mañana, 7 de abril, de fondo.
“Los misioneros salesianos –lamentan– cuentan cómo los centros educativos y de tiempo libre para los niños, niñas y jóvenes se han cerrado, cómo se están declarando toques de queda y confinamientos… Pero también nos hablan de las dificultades de una población que va a tener que elegir entre morir de coronavirus o hacerlo de hambre”. Así, los hijos de Don Bosco alertan sobre lo que puede estar por venir “en lugares como Sudán del Sur, República Democrática del Congo, Ecuador, Siria, India, Camboya, Senegal, Haití, Sierra Leona, India o Camerún”, donde “muchas personas salen de sus casas cada día para poder comer”.
Una dura elección
Y es que, como expresa Piero Gavioli, misionero salesiano en el Congo, son muchos los que no pueden permitirse respetar el confinamiento: “Si se tienen que quedar en casa, se enfrentarán a una trágica elección: morir de coronavirus o morir de hambre”.
José Antonio San Martín, director de Misiones Salesianas, añade que este “es un momento de incertidumbre y no sabemos lo que ocurrirá, pero la realidad es que el coronavirus ha llegado a lugares donde no hay agua corriente, donde el jabón es un artículo de lujo o los sistemas sanitarios son casi inexistentes”.
En los campamentos de refugiados
Así, a los salesianos les preocupa especialmente la situación que se da en campamentos de refugiados en los que están presentes, como el de Kakuma (Kenia) o el de Palabek (Uganda). Sin olvidarse de “los niños y niñas en situación de calle”, para los que están emprendiendo una carrera contra el reloj para abastecerse de comida y medicinas en caso de que hayan de confinarse durante una larga temporada en sus centros.
“Desde Misiones Salesianas –concluyen–, que siempre estamos al lado de las personas, una vez más queremos hacer un llamamiento a los líderes del mundo para que no dejemos a nadie en el camino. Hoy más que nunca, la solidaridad entre los pueblos es necesaria. Porque vamos a superarlo juntos”.
