Tribuna

¡Feliz Pascua Florida y Dolorida!

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Pregón Pascual

“El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz intensa; habitaba en tierra de sombras y la luz resplandeció” (Is. 9,2)

De pronto…

amaneció de noche

y nadie supo explicar el fenómeno:

los astrólogos estaban en otra galaxia,

los sabios no encontraban argumentos convincentes

y los sacerdotes andaban ocupados

en las cosas del templo.

De pronto…

amaneció de noche

y se hizo la luz,

con sol radiante:

los niños interrumpieron sus sueños,

los pájaros abandonaron sus nidos

y de los sepulcros salieron vivos los muertos.

 Scaled

Una mujer fotografía los cerezos en flor en Bonn (Alemania). EFE

De pronto…

amaneció de noche

-sucedió en la Pascua judía-

y las mujeres

que fueron a embalsamar

el cuerpo de Jesús,

que murió crucificado,

encontraron el sepulcro vacío.

El ángel que custodiaba la tumba les dijo:

“Se que buscáis a Jesús el crucificado

pero no está aquí, ha resucitado”.

 

De pronto…

amaneció de noche

y Jesús se apareció a las mujeres:

“No tengáis miedo, les dijo,

alegraos conmigo

y comunicad la Buena Noticia

a propios y extraños”.

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Explanada de la Basílica de Guadalupe (México), al amanecer del 22 de marzo de 2020. EFE

De pronto…

amaneció de noche

y con la claridad del día

se descubrió el misterio:

Jesús Resucitado

-el Hijo de Dios, el Mesías-

iluminó al mundo

para quitar el miedo a la vida

                                  a la muerte

                                  y al infierno.

(“Yo soy la luz de mundo, dice Jesús;

el que me sigue no camina en tinieblas,

sino que tendrá la luz de la vida. (Jn.8,12).

 

De  pronto…

amaneció de noche

y hoy como ayer

Jesús Resucitado

enciende por la noche

las farolas de las plazas

y de los corazones

para que creamos

que con Él y en Él

-vivos y muertos-

hemos resucitado.

(Si creemos y nos queremos

es que el Señor resucitó).

 Scaled

Un hombre reza a las puertas de la iglesia quiteña de San Francisco (Ecuador). EFE

La sombra de la pandemia

no ha logrado oscurecer

el resplandor

del amor que Dios nos regala

a manos llenas,

del amor dado y recibido entre tanta gente,

de la fe fortalecida durante la gran crisis,

de la certeza en que el Señor resucitó

y de la esperanza en un futuro mejor

para todos sin excepción.

(Se avisa de que por problemas técnicos

la llegada del “futuro mejor para todos” tiene demora).

¡Feliz Pascua Florida y Dolorida!