“Rezamos hoy por los gobernantes, por los políticos, que comienzan a estudiar el camino de salida después de la pandemia, para que encuentren el camino justo siempre en favor de las personas, en favor del pueblo”. Con esta plegaria, el Papa retomó las misas cotidianas en la capilla de Santa Marta tras las celebraciones de Semana Santa.
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Durante la homilía, el Papa mantuvo la línea de denuncia que lanzó en su bendición ‘Urbi et orbi” de Pascua sobre cómo será el día después de la superación de la emergencia sanitaria: “Ante el próximo final de la pandemia, o apostamos por la vida y la resurrección de los pueblos o por el dios dinero, por regresar al sepulcro del hambre, de la esclavitud, de las guerras, de la fabricación de armas, de niños sin educación…”.
El camino a elegir
“Que el Señor sea el camino a elegir en nuestra vida personal y en la vida de la sociedad, que abre horizontes y nos lleva a escoger el bien de la gente y jamás caer en el sepulcro del dios dinero”, deseó el Papa, no solo con la mirada puesta en los autoridades.
Francisco hizo un llamamiento a los cristianos para no caer en lo que definió como “corrupción en estado puro”: “Si no confiesas a Jesucristo como tu Señor, piensa dónde está la losa de tu sepulcro”. En este sentido, lamentó que todavía hoy “hay mucha gente que no confiesa a Jesús porque no lo conoce, porque no lo hemos anunciado con coherencia, es culpa nuestra”.
Por otro lado, el Papa también elogió en su homilía la fe y la valentía de las primeras discípulas de Jesús: “Dios siempre comienza con las mujeres, abren el camino. Ellas no dudan, salen, lo han visto y lo han tocado”. De hecho, Francisco recordó cómo los discípulos dudaron de las mujeres, “pero ellas estaban seguras y anunciaron a Jesús Resucitado”.