La bendición del chorizo: el pueblo de Villoslada de Cameros se mantiene fiel a la tradición a pesar del coronavirus

La bendición del chorizo: el pueblo de Villoslada de Cameros se mantiene fiel a la tradición a

La pequeña localidad de Villoslada de Cameros vivirá este año, debido a la pandemia del Covid-19, una de sus tradiciones más relevantes, la ‘Caridad Pequeña de Lomos de Orios’, de una forma diferente. En ella, cada año –y desde hace casi 500–, se reparte a los participantes en su ‘romería pequeña’ del domingo después de Pascua, un trozo de chorizo y un mollete de pan bendecidos por la Virgen de Lomos de Orios. Sin embargo, debido a la actual situación, la romería no podrá celebrarse.



Por ello, y para mantener la tradición, la Junta Administrativa de la Virgen, en colaboración con el Ayuntamiento de la localidad, ha programado un acto a puerta cerrada en la iglesia parroquial, que se celebrará a las 12:00 horas y en el cual el párroco, Alfonso Sáenz, bendecirá en nombre de Nuestra Señora de Lomos de Orios las raciones de chorizo que, más tarde, se entregarán a las familias, que podrán recogerlas a partir del lunes en la tienda de alimentación de Villoslada. Cumpliendo, eso sí, de forma estricta las medidas de seguridad sanitaria.

Dado que el acto se celebrará sin asistencia de público, se facilitará su seguimiento en directo a través de YouTube.La citada transmisión en directo del acto de bendición se complementará con un recuerdo fotográfico de la Caridad Pequeña de años anteriores, a partir de una recopilación coordinada desde la Junta.

El origen de la tradición

Esta tradición surge de un acontecimiento acaecido en la década de 1520, cuando, debido a un invierno especialmente frío, los robles y hayas con los que se alimentaba al ganado estaban congelados, por lo que los cerdos morían de hambre. Esto llevó también a un periodo de hambruna para los vecinos, que rogaron a la Virgen. 

Según relata la tradición, la Virgen atendió sus ruegos y aquel año y los siguientes los árboles dieron fruto abundante, pudiendo alimentar a los animales. A partir de entonces, los romeros comparten cada año un trozo de pan y chorizo bendecido, en memoria de aquel milagro.

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